14/06/2016, 18:24
Pronto, ambos chicos llegaron hasta el lugar que había sido la zona donde habían reposado sus "guardianas". Juro se acercó sin destacar demasiado, esperando que no le cayese otra reprimenda injustamente. Se acercó a su hermana, quien con maestría agarró su silla y la encarriló hacia Kazuma y Naomi, con algo de brusquedad.
Justo en ese momento, Kazuma pareció hacer los honores previos a la despedida.
—Ha sido un día agradable —admitió él—. Gracias por haber pasado un poco de tiempo con nosotros, Juro y Katsue-san. —en esta ocasión se aseguró de usar el honorífico—. Hasta la próxima.
— ¡El placer es nuestro! — exclamó Juro, felizmente - ¡Hasta la próxima!
—Hasta la próxima, Katsue-san y Juro-san. — la guardiana de Kazuma se unió.
— Nos vemos — dijo, alzando la palma. Para sorpresa de Juro, no gruñía ni se había puesto violenta. Les despidió sinceramente.
Ambos observaron como los dos se retiraban. Juro era consciente de que algo había pasado, en algun momento entre su hermana y esa chica que acompañaba a Kazuma. También era consciente de que su relación con Kazuma parecía estar mejorando. Simplemente por eso tuvo ganas de sonreir.
Aunque insistió en que podía solo, su hermana decidió arrastrar la silla hasta su camilla. Después, le cogió y le depositó en su cama.
— ¿No te resistes? — preguntó Katsue, frunciendo el ceño.
— ¿No gruñes? — preguntó Juro, en respuesta.
— Enano... — murmuró, acercando la mano a su cintura, en busca de su látigo.
Sin embargo, se topo con que estaba vacio. El látigo dorado estaba sobre la mesa. Por alguna razón, lo había dejado ahí. Katsue pestañeó. Juro simplemente sonrió. Pronto, la sonrisa se le contagió a su hermana.
— Quizá tu amigo no es totalmente idiota — admitió, finalmente.
— Te ha costado...
— Si no fuera por Naomi, seguramente ya habría muerto miles de veces — contestó en respuesta, quitandole importancia.
— Parece que te llevas bastante bien con ella... — analizó Juro.
— Si, igual que tu con esta cama.
Juro no pudo evitar reírse. Por mucho que dijese, había pillado de lleno a su hermana. Se recostó, repentinamente agotado. No tardo mucho en dormirse, aun pensando en como sería la final que pronto se daría en el torneo.
Justo en ese momento, Kazuma pareció hacer los honores previos a la despedida.
—Ha sido un día agradable —admitió él—. Gracias por haber pasado un poco de tiempo con nosotros, Juro y Katsue-san. —en esta ocasión se aseguró de usar el honorífico—. Hasta la próxima.
— ¡El placer es nuestro! — exclamó Juro, felizmente - ¡Hasta la próxima!
—Hasta la próxima, Katsue-san y Juro-san. — la guardiana de Kazuma se unió.
— Nos vemos — dijo, alzando la palma. Para sorpresa de Juro, no gruñía ni se había puesto violenta. Les despidió sinceramente.
Ambos observaron como los dos se retiraban. Juro era consciente de que algo había pasado, en algun momento entre su hermana y esa chica que acompañaba a Kazuma. También era consciente de que su relación con Kazuma parecía estar mejorando. Simplemente por eso tuvo ganas de sonreir.
Aunque insistió en que podía solo, su hermana decidió arrastrar la silla hasta su camilla. Después, le cogió y le depositó en su cama.
— ¿No te resistes? — preguntó Katsue, frunciendo el ceño.
— ¿No gruñes? — preguntó Juro, en respuesta.
— Enano... — murmuró, acercando la mano a su cintura, en busca de su látigo.
Sin embargo, se topo con que estaba vacio. El látigo dorado estaba sobre la mesa. Por alguna razón, lo había dejado ahí. Katsue pestañeó. Juro simplemente sonrió. Pronto, la sonrisa se le contagió a su hermana.
— Quizá tu amigo no es totalmente idiota — admitió, finalmente.
— Te ha costado...
— Si no fuera por Naomi, seguramente ya habría muerto miles de veces — contestó en respuesta, quitandole importancia.
— Parece que te llevas bastante bien con ella... — analizó Juro.
— Si, igual que tu con esta cama.
Juro no pudo evitar reírse. Por mucho que dijese, había pillado de lleno a su hermana. Se recostó, repentinamente agotado. No tardo mucho en dormirse, aun pensando en como sería la final que pronto se daría en el torneo.
Hablo / Pienso
Avatar hecho por la increible Eri-sama.
...
Sellos implantados: Hermandad intrepida
- Juro y Datsue : Aliento nevado, 218. Poder:60