19/06/2016, 21:30
Todo lo que el rubio decía terminaba por sonar totalmente despectivo contra todo Takigakure y era una verdadera lástima que Ritsuko aún no pudiera blandir las cuchillas de su padre como debería o podría haberse dado el lujo de darle unos buenos cortes sin que se percatara de nada.
—Lástima que no haya tenido un kunai para clavártelo en la frente. O una katana para cortarte por la mitad. —Afirmó claramente fastidiada por los comentarios del chico y de paso haciendo referencia a los puntos particulares donde ella por lo menos tenía una mínima protección, después de todo ella tenía algo más de protección que él gracias a la máscara y usando la lógica del contrario podría matarle de dos formas distintas que él no podría aplicarle a ella.
— Mientras vosotros aprendiais la diferencia entre carnaval y combate. Nosotros aprendiamos el combate.
Ese fue el último comentario que la pelirroja estaba dispuesta a soportarle. Usualmente es ella la que habla incoherencias y la que fastidia al otro pero este de Uzushio había resultado ser toda una sorpresa y un cabeza dura.
—Pero que va hombre, los de Uzushio son la raza superior, no tiene sentido que hables con alguien de la plebe. —Decía la kunoichi recurriendo al sarcasmo mientras pasaba a un lado del rubio para dejarle allí, con todo el mar de gente era sumamente peligroso intentar agredir o algo por el estilo, después de todo te caería un millar de katanas samurái y de otros shinobis si llegaba a pasar algo.
~Además, seguramente esté alguien vigilándome como a todo genin. ~Pensó finalmente en lo que se retiraba si es que el rubio no la interrumpía o detenía.
—Lástima que no haya tenido un kunai para clavártelo en la frente. O una katana para cortarte por la mitad. —Afirmó claramente fastidiada por los comentarios del chico y de paso haciendo referencia a los puntos particulares donde ella por lo menos tenía una mínima protección, después de todo ella tenía algo más de protección que él gracias a la máscara y usando la lógica del contrario podría matarle de dos formas distintas que él no podría aplicarle a ella.
— Mientras vosotros aprendiais la diferencia entre carnaval y combate. Nosotros aprendiamos el combate.
Ese fue el último comentario que la pelirroja estaba dispuesta a soportarle. Usualmente es ella la que habla incoherencias y la que fastidia al otro pero este de Uzushio había resultado ser toda una sorpresa y un cabeza dura.
—Pero que va hombre, los de Uzushio son la raza superior, no tiene sentido que hables con alguien de la plebe. —Decía la kunoichi recurriendo al sarcasmo mientras pasaba a un lado del rubio para dejarle allí, con todo el mar de gente era sumamente peligroso intentar agredir o algo por el estilo, después de todo te caería un millar de katanas samurái y de otros shinobis si llegaba a pasar algo.
~Además, seguramente esté alguien vigilándome como a todo genin. ~Pensó finalmente en lo que se retiraba si es que el rubio no la interrumpía o detenía.