19/06/2016, 22:17
— ¡Aquí! —Escuchó gritar a Eri, casi al lado—. ¿Dónde estás? ¡No... Puedo con él yo sola! ¿Datsue?
¿Con él? Joder, ¡no es momento para nimiedades! Como si no tuviésemos problemas más importantes de los que preocuparnos. ¡Que vamos a morir, joder! Sin embargo, en el último momento, logró aplacar, de manera momentánea, parte de sus nervios.
—¡Espera un segundo! —chilló, subiendo por la pared con la torpeza de una araña borracha. Se mantuvo con los pies pegados a la tierra y se quitó la yukata con dos tirones, atándola con torpeza al mango del kunai, que clavó en la tierra. Luego, realizó los sellos del Hōsenka no Jutsu y prendió la ropa con una diminuta bola de fuego, que iluminó el pequeño pozo en el que habían caído lo suficiente como para verse unos a otros.
Eri seguía luchando por mantenerse a flote junto al anciano, al que cargaba con visible desesperación. Además, otro bulto flotaba al lado de ella, una especie de saco, o, más bien…
—No… —murmuró, con los ojos dilatados por el terror. Lo que flotaba era un cadáver. La precaria luz iluminaba sus facciones hinchadas y le otorgaban un matiz anaranjado. Unas especies de algas negras flotaban bajo su brazo derecho. El nivel del agua siguió subiendo, cubriendo por completo el sello por el que no dejaba de salir el chorro, y entonces un nuevo bulto se dejó entrever—. No puede ser… —dijo con voz cascada.
No eran algas, sino el cabello de una mujer. De una niña, más bien. Estaba boca abajo, pero por su diminuto cuerpo apenas rozaría los seis años. Los ojos de Datsue se anegaron en lágrimas. No eran lágrimas de pena, sino de miedo. De puro terror.
—¡Nooooooo! —chilló, abalanzándose sobre el techo de tierra y arañando la superficie con desesperación—No, no, no, no, no… ¡No, joder, no!
¿Con él? Joder, ¡no es momento para nimiedades! Como si no tuviésemos problemas más importantes de los que preocuparnos. ¡Que vamos a morir, joder! Sin embargo, en el último momento, logró aplacar, de manera momentánea, parte de sus nervios.
—¡Espera un segundo! —chilló, subiendo por la pared con la torpeza de una araña borracha. Se mantuvo con los pies pegados a la tierra y se quitó la yukata con dos tirones, atándola con torpeza al mango del kunai, que clavó en la tierra. Luego, realizó los sellos del Hōsenka no Jutsu y prendió la ropa con una diminuta bola de fuego, que iluminó el pequeño pozo en el que habían caído lo suficiente como para verse unos a otros.
Eri seguía luchando por mantenerse a flote junto al anciano, al que cargaba con visible desesperación. Además, otro bulto flotaba al lado de ella, una especie de saco, o, más bien…
—No… —murmuró, con los ojos dilatados por el terror. Lo que flotaba era un cadáver. La precaria luz iluminaba sus facciones hinchadas y le otorgaban un matiz anaranjado. Unas especies de algas negras flotaban bajo su brazo derecho. El nivel del agua siguió subiendo, cubriendo por completo el sello por el que no dejaba de salir el chorro, y entonces un nuevo bulto se dejó entrever—. No puede ser… —dijo con voz cascada.
No eran algas, sino el cabello de una mujer. De una niña, más bien. Estaba boca abajo, pero por su diminuto cuerpo apenas rozaría los seis años. Los ojos de Datsue se anegaron en lágrimas. No eran lágrimas de pena, sino de miedo. De puro terror.
—¡Nooooooo! —chilló, abalanzándose sobre el techo de tierra y arañando la superficie con desesperación—No, no, no, no, no… ¡No, joder, no!
![[Imagen: ksQJqx9.png]](https://i.imgur.com/ksQJqx9.png)
¡Agradecimientos a Daruu por el dibujo de PJ y avatar tan OP! ¡Y a Reiji y Ayame por la firmaza! Si queréis una parecida, este es el lugar adecuado