20/06/2016, 02:20
La mirada de ambos jóvenes se cruzó por un instante. Aquella muchacha debía de rondar una edad cercana a la suya. Su piel era muy clara, como si de porcelana se tratase y su cabello era blanco, muy similar al suyo. De inmediato la identificó como alguien interesante, sobre todo por aquellos bonitos rasgos felinos tan notables en sus expresiones faciales.
—Yo también me siento sorprendida por haber encontrado alguien en este lugar... —Confesó, mientras daba unos pasos en dirección a la puerta del templo.
«Su rostro es bastante juvenil, pero… —la observó con atención mientras le daba la espalda, recorriendo, ligeramente, su silueta con la mirada—. Su fisonomía se acerca más a la de una adulta.»
—Permíteme que me presente —la joven giró sobre sus talones para quedar justo frente a Kazuma, entre él y el templete. Justo en aquel instante dejó de indagar en su figura—. Hyuga Mitsuki, Akikara na de Kusabi —hizo un reverencia formal—. ¿Podría saber a quién tengo el gusto de dar la bienvenida a este Templo?
—Ya veo… Mi nombre es Ishimura Kazuma —aseguro mientras devolvía la reverencia—. Es un gusto el conocerte.
El joven de ojos grises de pronto noto que el ambiente ya no era tan lúgubre y tenebroso como cuando se encontraba el solo. Aunque quizás solo fuera que ya se estaba acostumbrando, o, tal vez era el hecho de que ahora se encontraba acompañado por aquella chica tan peculiar. No solo era la primera vez que conocía a una Hyuga, sino que también era la única ocasión en la que se había encontrado con alguien que tuviera un cabello como el suyo. Otra cosa que le llamaba la atención era aquel título desconocido que había venido después de su nombre. «Quizás sea alguna especie de seudónimo, como el del fantasma gris.»
—Disculpa —dijo llamando su atención hacia él durante un segundo—. No me es familiar aquello de “Akikara na de Kusabi” ¿Es alguna especie de honorífico o algo por el estilo?
—Yo también me siento sorprendida por haber encontrado alguien en este lugar... —Confesó, mientras daba unos pasos en dirección a la puerta del templo.
«Su rostro es bastante juvenil, pero… —la observó con atención mientras le daba la espalda, recorriendo, ligeramente, su silueta con la mirada—. Su fisonomía se acerca más a la de una adulta.»
—Permíteme que me presente —la joven giró sobre sus talones para quedar justo frente a Kazuma, entre él y el templete. Justo en aquel instante dejó de indagar en su figura—. Hyuga Mitsuki, Akikara na de Kusabi —hizo un reverencia formal—. ¿Podría saber a quién tengo el gusto de dar la bienvenida a este Templo?
—Ya veo… Mi nombre es Ishimura Kazuma —aseguro mientras devolvía la reverencia—. Es un gusto el conocerte.
El joven de ojos grises de pronto noto que el ambiente ya no era tan lúgubre y tenebroso como cuando se encontraba el solo. Aunque quizás solo fuera que ya se estaba acostumbrando, o, tal vez era el hecho de que ahora se encontraba acompañado por aquella chica tan peculiar. No solo era la primera vez que conocía a una Hyuga, sino que también era la única ocasión en la que se había encontrado con alguien que tuviera un cabello como el suyo. Otra cosa que le llamaba la atención era aquel título desconocido que había venido después de su nombre. «Quizás sea alguna especie de seudónimo, como el del fantasma gris.»
—Disculpa —dijo llamando su atención hacia él durante un segundo—. No me es familiar aquello de “Akikara na de Kusabi” ¿Es alguna especie de honorífico o algo por el estilo?