23/06/2016, 02:27
El condenado frío era lo único que realmente estaba conteniendo a la kunoichi, de lo contrario hubiese llegado mucho más rápido y tendría la cabeza echando humo de la furia que le estaba ocasionando los comentarios esos de Datsue, aunque realmente era cosa de su propia imaginación… Supuestamente.
—Espero que esté en casa… —Dijo para sí misma en lo que se acercaba a la puerta principal de la vivienda, ignorando aquella silueta de la ventana.
Así de sencillo, ignorando prácticamente todo a su alrededor la rubia golpeó unas cuantas veces la puerta en un intento por llamarle la atención a alguien, cuanto antes realizara ese interrogatorio antes podría ir a por el borracho y de ahí a la posada a sacar sus propias conclusiones. Pero va, dependía de que la mujer se dignase a hablar.
—Espero que esté en casa… —Dijo para sí misma en lo que se acercaba a la puerta principal de la vivienda, ignorando aquella silueta de la ventana.
Así de sencillo, ignorando prácticamente todo a su alrededor la rubia golpeó unas cuantas veces la puerta en un intento por llamarle la atención a alguien, cuanto antes realizara ese interrogatorio antes podría ir a por el borracho y de ahí a la posada a sacar sus propias conclusiones. Pero va, dependía de que la mujer se dignase a hablar.