23/06/2016, 03:22
Por fortuna para la de Taki la dueña de casa no tenía problemas auditivos y no estaba ocupada ni nada por el estilo que le imposibilitara el abrirle la puerta. Así fue como Noemi se vio cara a cara con la supuesta viuda que curiosamente no presentaba nada en el rostro que pudiera dejar en claro que estaba justamente, lamentando la pérdida de aquel hombre.
—Hola, tú eres Emiko ¿Verdad? —Consultó con una expresión seria, luchando de paso por no ponerse a temblar frente a la chica.
~Si lo hubiese mandado a Datsue seguramente se estaría babeando el maldito. ~Pensó en silencio la kunoichi mientras pensaba que diablos decir o hacer con aquella mujer.
—Necesito hacerle unas preguntas respecto al asesinato de Ryoma, como podrá apreciar por la bandana en mi cuello soy una kunoichi, supongo que Hiromi le habrá notificado de esto. —Decía tratando de sonar tranquila cuando realmente tenía unas hermosas ganas de apalizar al Uchiha.
—Hola, tú eres Emiko ¿Verdad? —Consultó con una expresión seria, luchando de paso por no ponerse a temblar frente a la chica.
~Si lo hubiese mandado a Datsue seguramente se estaría babeando el maldito. ~Pensó en silencio la kunoichi mientras pensaba que diablos decir o hacer con aquella mujer.
—Necesito hacerle unas preguntas respecto al asesinato de Ryoma, como podrá apreciar por la bandana en mi cuello soy una kunoichi, supongo que Hiromi le habrá notificado de esto. —Decía tratando de sonar tranquila cuando realmente tenía unas hermosas ganas de apalizar al Uchiha.