19/05/2015, 00:02
Ayame escuchó con atención las explicaciones de Daruu acerca del corpulento profesor, y no pudo reprimir un largo silbido cuando el muchacho afirmó que incluso había llegado a confiscarle el bocadillo sin ningún tipo de justificación.
—Vaya, pero así sin más. Has debido caerle verdaderamente mal, Daruu-san... —meditó, ladeando ligeramente el rostro. Dentro de lo que cabía, ella había tenido la suerte de no sumar aquella extraña ojeriza a lo que le había tocado vivir en la academia.
Había sido verdaderamente vergonzoso para ella admitir el origen de su dolor; pero Daruu sonrió con condescendencia. La entendía. Él debía de haber sufrido los brutales impactos de Akaoni, la "vaquilla roja de la academia", pero Ayame desvió ligeramente la mirada, desalentada. El rubio parecía que se le daba bien el taijutsu, todo lo contrario a alguien tan escuchimizada como ella que apenas podía levantar una roca de mediano tamaño sin dejarse los brazos en el proceso.
Incluso había llegado a vencer al legendario Akaoni...
—¿Eh? —pegó un ligero respingo, cuando Daruu volvió a dirigirse hacia ella. La estaba invitando a un combate de entrenamiento... Bueno, al menos parecía que lo haría si no fuera por su dolencia. La muchacha se mordió el labio inferior, debatiéndose internamente.
Pero no era el dolor lo que la echaba para atrás en aquel reto...
—Yo... en realidad no me duele tanto... yo... —balbuceó, removiéndose. Algo la empujaba a desear medirse con Daruu, ¿pero qué podía hacer ella contra alguien que había vencido incluso a Akaoni? ¿Qué llegaría a ocurrir si ambos se enfrentaban?
—Vaya, pero así sin más. Has debido caerle verdaderamente mal, Daruu-san... —meditó, ladeando ligeramente el rostro. Dentro de lo que cabía, ella había tenido la suerte de no sumar aquella extraña ojeriza a lo que le había tocado vivir en la academia.
Había sido verdaderamente vergonzoso para ella admitir el origen de su dolor; pero Daruu sonrió con condescendencia. La entendía. Él debía de haber sufrido los brutales impactos de Akaoni, la "vaquilla roja de la academia", pero Ayame desvió ligeramente la mirada, desalentada. El rubio parecía que se le daba bien el taijutsu, todo lo contrario a alguien tan escuchimizada como ella que apenas podía levantar una roca de mediano tamaño sin dejarse los brazos en el proceso.
Incluso había llegado a vencer al legendario Akaoni...
—¿Eh? —pegó un ligero respingo, cuando Daruu volvió a dirigirse hacia ella. La estaba invitando a un combate de entrenamiento... Bueno, al menos parecía que lo haría si no fuera por su dolencia. La muchacha se mordió el labio inferior, debatiéndose internamente.
Pero no era el dolor lo que la echaba para atrás en aquel reto...
—Yo... en realidad no me duele tanto... yo... —balbuceó, removiéndose. Algo la empujaba a desear medirse con Daruu, ¿pero qué podía hacer ella contra alguien que había vencido incluso a Akaoni? ¿Qué llegaría a ocurrir si ambos se enfrentaban?