25/06/2016, 21:49
Conforme la conversación fluía, la comida iba terminando; y el postre iba tomando poco a poco su momento. La pregunta que Katomi lanzó al chico en ésta ocasión no tuvo demasiada demora en ser contestada, seguramente porque se trataba de algo que normalmente toda persona tiene bien aprendido. Se dice que no hay mejor maestro que un hueso roto... lo que viene a significar que se aprende a base de golpes; retóricamente hablando hacía referencia a cuan mal lo había podido pasar a causa de ésto.
Mogura aseguró que el apellido que portaba no tenía demasiada historia, su abuelo era la tercera generación del apellido, lo cual le situaba como 5º heredero del apellido en cuanto a generaciones. Pero también dató que sus padres debían ser la cuarta generación, pero no llegaron a llevar el susodicho a causa de ser unas balas perdidas.
La chica estaba terminando su bol para cuando el genin había terminado de contar sobre su apellido, y ahora fue éste quien devolvió la pregunta para seguir manteniendo la conversación. Aunque algo llamó claramente su atención, le había llamado por el nombre de KatomiN...
—Esto... bueno, mi apellido tiene muchas mas generaciones, al menos eso leí. Tampoco llegué a hablar nunca con mis padres sobre eso, ni conocí a algún familiar... pero al parecer es un apellido realmente antiguo. Mis antepasados han llegado a ser grandes shinobis, especialistas en el manejo de las llamas, y muy buenos en el arte del ninjutsu. Pero en los libros no se puede sacar mas que esos datos...
Terminó al fin con su plato, y dejó el par de palillos en el interior del bol. Por fin se pudo tomar el necesario descanso de la comida, aprovechando éste para beber un buen sorbo de té. Tras beber, dejó caer un suspiro que rebosaba satisfacción, evidentemente causada por la comida.
—Ahhh... realmente sabía bien.
Mogura aseguró que el apellido que portaba no tenía demasiada historia, su abuelo era la tercera generación del apellido, lo cual le situaba como 5º heredero del apellido en cuanto a generaciones. Pero también dató que sus padres debían ser la cuarta generación, pero no llegaron a llevar el susodicho a causa de ser unas balas perdidas.
La chica estaba terminando su bol para cuando el genin había terminado de contar sobre su apellido, y ahora fue éste quien devolvió la pregunta para seguir manteniendo la conversación. Aunque algo llamó claramente su atención, le había llamado por el nombre de KatomiN...
—Esto... bueno, mi apellido tiene muchas mas generaciones, al menos eso leí. Tampoco llegué a hablar nunca con mis padres sobre eso, ni conocí a algún familiar... pero al parecer es un apellido realmente antiguo. Mis antepasados han llegado a ser grandes shinobis, especialistas en el manejo de las llamas, y muy buenos en el arte del ninjutsu. Pero en los libros no se puede sacar mas que esos datos...
Terminó al fin con su plato, y dejó el par de palillos en el interior del bol. Por fin se pudo tomar el necesario descanso de la comida, aprovechando éste para beber un buen sorbo de té. Tras beber, dejó caer un suspiro que rebosaba satisfacción, evidentemente causada por la comida.
—Ahhh... realmente sabía bien.