28/06/2016, 13:14
(Última modificación: 28/06/2016, 13:14 por Uzumaki Eri.)
Eri entornó los ojos ante el murmullo de Riko y le sacó la lengua, no tenía intención de preguntar qué era, seguramente algo sobre las tramas o el juego sucio, pero era solo eso, un juego, ¡ella no solía hacer trampas de verdad! Era una chica legal. Sí, esa era la palabra.
Por suerte Riko no protestó ante las indicaciones de la peliazul, es más, las siguió al pie de la letra, dejándose llevar por la pequeña huérfana, que lo tomó por su brazo de forma protectora para que no terminase por caerse o... Volver con más de una hemorragia al hotel. En verdad se había pasado, pero su orgullo seguía latente ahí. ¡Ella también quería ganar!
— Eeeeeh... Es por allí. — Indicó el de rastras, señalando el camino con uno de sus dedos y así ambos comenzaron a caminar, uno mirando al cielo y la otra mirando hacia todos los lados, para evitar correr algún peligro innecesario. Los transeúntes los miraban de nuevo, ¿desde cuándo no pasaba algo así en una de las calles de los Dojos? Seguro que a más de uno les había sacado una o varias sonrisas.
Eri se mantuvo concentrada en su tarea de no arrastrar a Riko a una muerte segura causada por la chica, por eso no abrió la boca para contestar a su indicación. Frunciendo el ceño y casi gruñendo a todas las personas que se les cruzaban para que se apartasen de su camino, la joven caminaba decidida a llegar lo más rápido posible.
—Estoy en tus manos, como me estampe con algo, será tu culpa, que lo sepas. — Le dijo el de rastas a la chica, con una voz algo más aguda y mucho más nasal de lo normal por culpa del taponamiento que se había hecho en la nariz para evitar que saliera más sangre.
—¿Acaso esa hemorragia no es mi culpa ya? — Espetó, avergonzada. —Lo siento, vaya... No era mi intención herir, es lo que más odio en el mundo, solo que... Mi fuerza a veces es... Incontrolable. — Explicó de forma bochornosa sin mirar al chico, que, sin embargo, aunque lo mirase sabía que él no le devolvería la mirada, tenía que estar concentrado en contar cuantas nubes había en el cielo.
Y, sin querer, ella también miró al cielo.
Con la suerte de que ella, al final, fue la que se terminó pegando contra una farola.
—¡Ouch!
Por suerte Riko no protestó ante las indicaciones de la peliazul, es más, las siguió al pie de la letra, dejándose llevar por la pequeña huérfana, que lo tomó por su brazo de forma protectora para que no terminase por caerse o... Volver con más de una hemorragia al hotel. En verdad se había pasado, pero su orgullo seguía latente ahí. ¡Ella también quería ganar!
— Eeeeeh... Es por allí. — Indicó el de rastras, señalando el camino con uno de sus dedos y así ambos comenzaron a caminar, uno mirando al cielo y la otra mirando hacia todos los lados, para evitar correr algún peligro innecesario. Los transeúntes los miraban de nuevo, ¿desde cuándo no pasaba algo así en una de las calles de los Dojos? Seguro que a más de uno les había sacado una o varias sonrisas.
Eri se mantuvo concentrada en su tarea de no arrastrar a Riko a una muerte segura causada por la chica, por eso no abrió la boca para contestar a su indicación. Frunciendo el ceño y casi gruñendo a todas las personas que se les cruzaban para que se apartasen de su camino, la joven caminaba decidida a llegar lo más rápido posible.
—Estoy en tus manos, como me estampe con algo, será tu culpa, que lo sepas. — Le dijo el de rastas a la chica, con una voz algo más aguda y mucho más nasal de lo normal por culpa del taponamiento que se había hecho en la nariz para evitar que saliera más sangre.
—¿Acaso esa hemorragia no es mi culpa ya? — Espetó, avergonzada. —Lo siento, vaya... No era mi intención herir, es lo que más odio en el mundo, solo que... Mi fuerza a veces es... Incontrolable. — Explicó de forma bochornosa sin mirar al chico, que, sin embargo, aunque lo mirase sabía que él no le devolvería la mirada, tenía que estar concentrado en contar cuantas nubes había en el cielo.
Y, sin querer, ella también miró al cielo.
Con la suerte de que ella, al final, fue la que se terminó pegando contra una farola.
—¡Ouch!
![[Imagen: ksQJqx9.png]](https://i.imgur.com/ksQJqx9.png)