28/06/2016, 13:55
—Bueno... Si no terminas por desangrarte, entonces está bien. — Mencionó un poco más tranquila, esperando que la hemorragia se calmase antes de que Riko perdiese mucha sangre.
Bueno quizás estuviese exagerando, tampoco era para tanto, que saliera sangre por la nariz era algo de lo más común, sobre todo entre los niños pequeños, aquellos niños que se hurgan en la nariz en busca de algún que otro moco que llevarse a la boca cuando están hambrientos o aburridos.
No pudo si quiera contestarla antes del golpe que se llevó la muchacha contra la farola, una farola puesta a mala leche, sobre todo cuando se camina por la calle sin mirar por donde vas, ¿a quién se le ocurre poner una farola en la mitad de una calle?
En cuanto el de rastas bajó la cabeza para ayudar a Eri a levantarse, recibió una reprimenda de ésta, que rápidamente le instó a volver a levantar la cabeza, y Riko, procurando no llevarse ningún golpe más, hizo caso a la muchacha.
—Y no, no estoy bien, ¡pero me lo merezco!
El rastas se sentía un poco mal, Eri no debía sentirse tan culpable, al fin y al cabo, lo de la nariz no era gran cosa, por lo que no pasaba nada, no tenía por qué sentirse tan mal por ello.
— Venga va, no te pongas así mujer, no te lo mereces, vamos anda, que me imagino el espectáculo que estamos dando y me entran ganas de llorar. — Aseguró el pelinegro, dejando escapar una sonrisilla. — Además, el hotel no está muy lejos ya, yo creo. — Alegó, tratando de orientarse mirando los tejados de los edificios a su alrededor, pues era lo único que podía mirar sin bajar la cabeza.
Bueno quizás estuviese exagerando, tampoco era para tanto, que saliera sangre por la nariz era algo de lo más común, sobre todo entre los niños pequeños, aquellos niños que se hurgan en la nariz en busca de algún que otro moco que llevarse a la boca cuando están hambrientos o aburridos.
No pudo si quiera contestarla antes del golpe que se llevó la muchacha contra la farola, una farola puesta a mala leche, sobre todo cuando se camina por la calle sin mirar por donde vas, ¿a quién se le ocurre poner una farola en la mitad de una calle?
En cuanto el de rastas bajó la cabeza para ayudar a Eri a levantarse, recibió una reprimenda de ésta, que rápidamente le instó a volver a levantar la cabeza, y Riko, procurando no llevarse ningún golpe más, hizo caso a la muchacha.
—Y no, no estoy bien, ¡pero me lo merezco!
El rastas se sentía un poco mal, Eri no debía sentirse tan culpable, al fin y al cabo, lo de la nariz no era gran cosa, por lo que no pasaba nada, no tenía por qué sentirse tan mal por ello.
— Venga va, no te pongas así mujer, no te lo mereces, vamos anda, que me imagino el espectáculo que estamos dando y me entran ganas de llorar. — Aseguró el pelinegro, dejando escapar una sonrisilla. — Además, el hotel no está muy lejos ya, yo creo. — Alegó, tratando de orientarse mirando los tejados de los edificios a su alrededor, pues era lo único que podía mirar sin bajar la cabeza.
![[Imagen: tumblr_n4fzpkaZST1rmi71zo1_500.gif]](https://78.media.tumblr.com/ef716a7a224d02d15153150120153d79/tumblr_n4fzpkaZST1rmi71zo1_500.gif)
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