28/06/2016, 14:50
¡Pero me cago en todo, acabas de reventarme la salida de escena! ¿Sabes lo que me ha costado encontrar las palabras adecuadas? —se quejó Anzu, y avanzó hacia él a pisotones—. A ver, ¿qué demonios te pasa?
Daruu intentó enfadarse, y chillarle una contestación soez. En su lugar, sólo lanzó un quejido agudo e inentendible.
—¡¡NGHGHHAHAN!!
No había manera. No se podía mover, y casi le dolía hasta respirar. También había que tener en cuenta que había estado varios días en cama, de modo que el dolor no sumaba, multiplicaba. Por un momento temió que Anzu fuera a dejarlo allí, tirado como estaba, pero finalmente la chica se agachó y pasó un brazo por debajo de los suyos. Hizo fuerza e intentó levantarle.
—Joder, para ser tan canijo, pesas un quintal. ¿Qué tal un poco de ejercicio?
»Si tengo que llevarte así hasta el hospital, nos vamos a quedar por el camino. ¡Venga, tío, échale pelotas!
—¡¡Eso es de comer tanta pizzAaagh!! —Daruu hizo acopio de todas sus fuerzas y aunque sintió como si un par de lenguas de fuego se atasen alrededor de sus piernas y de la parte inferior de su tronco, logró reincorporarse. Se tambaleó lo suficiente como para temer que ambos cayeran rodando callejón arriba, pero finalmente consiguió tenerse en pie.
—Mierda, esto es difícil... ¿Podrías... acompañarme a otro sitio más tranquilo donde pueda sentarme hasta que el calmante haga efecto? Sólo te pido eso.
Daruu intentó enfadarse, y chillarle una contestación soez. En su lugar, sólo lanzó un quejido agudo e inentendible.
—¡¡NGHGHHAHAN!!
No había manera. No se podía mover, y casi le dolía hasta respirar. También había que tener en cuenta que había estado varios días en cama, de modo que el dolor no sumaba, multiplicaba. Por un momento temió que Anzu fuera a dejarlo allí, tirado como estaba, pero finalmente la chica se agachó y pasó un brazo por debajo de los suyos. Hizo fuerza e intentó levantarle.
—Joder, para ser tan canijo, pesas un quintal. ¿Qué tal un poco de ejercicio?
»Si tengo que llevarte así hasta el hospital, nos vamos a quedar por el camino. ¡Venga, tío, échale pelotas!
—¡¡Eso es de comer tanta pizzAaagh!! —Daruu hizo acopio de todas sus fuerzas y aunque sintió como si un par de lenguas de fuego se atasen alrededor de sus piernas y de la parte inferior de su tronco, logró reincorporarse. Se tambaleó lo suficiente como para temer que ambos cayeran rodando callejón arriba, pero finalmente consiguió tenerse en pie.
—Mierda, esto es difícil... ¿Podrías... acompañarme a otro sitio más tranquilo donde pueda sentarme hasta que el calmante haga efecto? Sólo te pido eso.