29/06/2016, 18:54
Casi a su par, el chico parecía haber terminado de comer. Ciertamente llegaron a terminar de comer a la misma vez a causa de que él se entretenía por mucho mas, incluso bebía té con frecuencia. Evidentemente, de lo contrario se habría hartado de esperar.
Fue entonces que la chica le comentó lo poco que conocía de su linaje, realmente poco. Pese a ello, Mogura comentó que en algún momento quería leer esos libros de donde había sacado la información. Le pareció interesante, y argumentó que en esos libros seguro que podía avistar historias fantásticas. Sus expectativas no distaban demasiado de la realidad. Esos libros alardeaban tanto del poder de los Sarutobi, que a veces parecía mera fantasía.
—Si, claro, te los dejaré sin problema. Realmente son interesantes, y cuentan bastante sobre estrategia militar y demás. Son muy buena lectura.
La kunoichi se apartó de los ojos un pequeño mechón de pelo que le incordiaba, y devolvió la sonrisa al genin. Éste en el momento estaba por dar el buen provecho, cosa que le resultó algo extraña a la chica. ¿Acaso no era que el buen provecho se da antes de iniciar la comida? Casi recordaba haberlo hecho...
—Buen provecho también a tí, Mogura.— No se atrevió a negarle el provecho.
Poco tiempo restó para que Mogura comentase ago que la misma chica llevaba pensando desde rato atrás. Era toda una casualidad que se hubiesen conocido, y mas aún que estuviesen consumiendo ésta maravillosa comida en ese restaurante tan perdido de la mano de dios.
« Casi parece que me haya leído la mente... »
Se llevó algo confundida la mano a la nuca, y sostuvo una incómoda sonrisa. —Casi parece que me hayas leído la mente... la verdad es que pienso igual, ha sido toda una casualidad... No pensaba parar demasiado tiempo para descansar, el entrenamiento me es muy necesario... pero tampoco me arrepiento de haberlo hecho.
Poco después de soltarle lo que pensaba, no tardó en recuperar su sonrisa natural.
Fue entonces que la chica le comentó lo poco que conocía de su linaje, realmente poco. Pese a ello, Mogura comentó que en algún momento quería leer esos libros de donde había sacado la información. Le pareció interesante, y argumentó que en esos libros seguro que podía avistar historias fantásticas. Sus expectativas no distaban demasiado de la realidad. Esos libros alardeaban tanto del poder de los Sarutobi, que a veces parecía mera fantasía.
—Si, claro, te los dejaré sin problema. Realmente son interesantes, y cuentan bastante sobre estrategia militar y demás. Son muy buena lectura.
La kunoichi se apartó de los ojos un pequeño mechón de pelo que le incordiaba, y devolvió la sonrisa al genin. Éste en el momento estaba por dar el buen provecho, cosa que le resultó algo extraña a la chica. ¿Acaso no era que el buen provecho se da antes de iniciar la comida? Casi recordaba haberlo hecho...
—Buen provecho también a tí, Mogura.— No se atrevió a negarle el provecho.
Poco tiempo restó para que Mogura comentase ago que la misma chica llevaba pensando desde rato atrás. Era toda una casualidad que se hubiesen conocido, y mas aún que estuviesen consumiendo ésta maravillosa comida en ese restaurante tan perdido de la mano de dios.
« Casi parece que me haya leído la mente... »
Se llevó algo confundida la mano a la nuca, y sostuvo una incómoda sonrisa. —Casi parece que me hayas leído la mente... la verdad es que pienso igual, ha sido toda una casualidad... No pensaba parar demasiado tiempo para descansar, el entrenamiento me es muy necesario... pero tampoco me arrepiento de haberlo hecho.
Poco después de soltarle lo que pensaba, no tardó en recuperar su sonrisa natural.