1/07/2016, 17:29
Evidentemente, el chico estaba contento de que su postre favorito estuviese en la lista. No tardó en darlo a conocer, aunque ya era de esperar. La chica sin embargo no había sabido disimularlo, y Mogura lo notó al instante. Si, el flan con nata y caramelo sonaba también bien, pero no sería lo mismo...
El genin no tardó en soltar lo que tenía en la mente. Podían ir en busca de unos profiteroles mas tarde, cuando terminasen de cenar y tomar el postre. Pero eso sonaba algo... absurdo. Un segundo postre es cosa de gordos, o gente que no respeta su cuerpo. Una cosa es tomarse un buen postre, y otra bien distinta hartarse de ellos.
—No, no... no hace falta, en serio. Con el flan éste estará bien. De verdad.
Ciertamente, no mentía. Ese postre estaría bien, al menos en ausencia del otro.
Dejó de lado la carta de postres, acercándola al centro de la mesa por si su acompañante quería echarle otro vistazo. Parecía ya decidido, pero quizás quería ver al menos el precio o a saber qué. Por si acaso, no le quitó ese derecho y libertad.
—Bueno... Por si quieres ver la carta.— Añadió al gesto.
No tardó en olvidarse del triste melodrama sobre su postre, y retomó nuevamente su sonrisa. Si, quizás estaba volviéndose algo Dori... Pero por otro lado, no se puede hacer una telenovela de cualquier tontería. Comenzaba a sobre actuar demasiado, y eso no era bueno.
El genin no tardó en soltar lo que tenía en la mente. Podían ir en busca de unos profiteroles mas tarde, cuando terminasen de cenar y tomar el postre. Pero eso sonaba algo... absurdo. Un segundo postre es cosa de gordos, o gente que no respeta su cuerpo. Una cosa es tomarse un buen postre, y otra bien distinta hartarse de ellos.
—No, no... no hace falta, en serio. Con el flan éste estará bien. De verdad.
Ciertamente, no mentía. Ese postre estaría bien, al menos en ausencia del otro.
Dejó de lado la carta de postres, acercándola al centro de la mesa por si su acompañante quería echarle otro vistazo. Parecía ya decidido, pero quizás quería ver al menos el precio o a saber qué. Por si acaso, no le quitó ese derecho y libertad.
—Bueno... Por si quieres ver la carta.— Añadió al gesto.
No tardó en olvidarse del triste melodrama sobre su postre, y retomó nuevamente su sonrisa. Si, quizás estaba volviéndose algo Dori... Pero por otro lado, no se puede hacer una telenovela de cualquier tontería. Comenzaba a sobre actuar demasiado, y eso no era bueno.