2/07/2016, 06:03
Con la confirmación de la muchacha, procedió a llenar ambas tazas con el líquido que habían estado bebiendo para acompañar su comida.
No, por favor. No hay necesidad.
Contestó sonriendo y con humildad al agradecimiento de la muchacha, reposó la pava nuevamente sobre donde había estado, aquel punto en la mesa designado específicamente para ella solita, ya contaban los genin con sus tazas llenas y no tenia mucho caso andar con la pava en la mano.
No habría pasado mucho más tiempo para que la mesera llegara nuevamente a la ubicación de aquel par, luciendo una calida sonrisa e inundando su alrededor con buenas vibras.
Aquí estoy de nuevo ¿Ya han hecho una elección? ¿O necesitan un poco más de tiempo?
Junto a sus palabras dedicadas a ambos también iban acompañada una mirada que saltaba de un lado a otro, de los orbes rojos de la Sarutobi a los ojos cafés del médico.
Me gustaría una porción de torta de frutilla, por favor.
Dijo con sus manos reposadas alrededor de su taza de té verde y mirando a la mujer al momento de pronunciar sus palabras. La mesera entonces se armó nuevamente de un lápiz y la pequeña libreta para tomar nota del pedido.
Una porción de torta de... frutilla, bien. ¿Señorita, qué puedo traerle?
Rápidamente y tras dejar escrito el pedido de Mogura, la mesera miró a la kunoichi esperando que le comunique su elección. Desde luego el chico sabía lo que iba a pedir su compañera critica gastronómica y ninja, podría haber hecho los dos pedidos juntos y ahorrar un poco de tiempo, pero no había tanta necesidad de apresurar las cosas, el ambiente era lo suficientemente agradable como para disfrutar cada instante en él.
No, por favor. No hay necesidad.
Contestó sonriendo y con humildad al agradecimiento de la muchacha, reposó la pava nuevamente sobre donde había estado, aquel punto en la mesa designado específicamente para ella solita, ya contaban los genin con sus tazas llenas y no tenia mucho caso andar con la pava en la mano.
No habría pasado mucho más tiempo para que la mesera llegara nuevamente a la ubicación de aquel par, luciendo una calida sonrisa e inundando su alrededor con buenas vibras.
Aquí estoy de nuevo ¿Ya han hecho una elección? ¿O necesitan un poco más de tiempo?
Junto a sus palabras dedicadas a ambos también iban acompañada una mirada que saltaba de un lado a otro, de los orbes rojos de la Sarutobi a los ojos cafés del médico.
Me gustaría una porción de torta de frutilla, por favor.
Dijo con sus manos reposadas alrededor de su taza de té verde y mirando a la mujer al momento de pronunciar sus palabras. La mesera entonces se armó nuevamente de un lápiz y la pequeña libreta para tomar nota del pedido.
Una porción de torta de... frutilla, bien. ¿Señorita, qué puedo traerle?
Rápidamente y tras dejar escrito el pedido de Mogura, la mesera miró a la kunoichi esperando que le comunique su elección. Desde luego el chico sabía lo que iba a pedir su compañera critica gastronómica y ninja, podría haber hecho los dos pedidos juntos y ahorrar un poco de tiempo, pero no había tanta necesidad de apresurar las cosas, el ambiente era lo suficientemente agradable como para disfrutar cada instante en él.