2/07/2016, 16:54
La mesera tomaría nota de la elección final de la kunoichi, un flan de nata con caramelo. Dejando de lado el hecho de que no era exactamente lo que habían venido a buscar, no sonaba para nada mal. Tras haber dicho unas palabras marchó hacía la cocina con la promesa de volver en breve, por supuesto, con el postre de los jóvenes.
La charla de sobremesa iba a tener que seguir en lo que esperaban que llegara su pedido, sin pensarlo tanto y siguiendo un poco el hilo de la conversacion, Mogura terminó por elaborar una pregunta nueva para su compañera.
¿Una vez que terminemos con el descanso para comer vas a volver a la rutina de entrenamiento de hoy, no?
Preguntó curioso sobre el itinerario de la muchacha de ojos rojos. No estaba seguro de cuanto tiempo habrían pasado juntos en el oleaje del lago porque no tenia un reloj consigo, ni tampoco sabia cuanto tiempo llevaba entrenando Katomi ese día antes de cruzarse con él. No tenía mayor idea de que es lo que iba a hacer él tampoco después de terminar de comer.
Sería prudente conseguir un paraguas nuevo...
Reflexionaba para si mismo como si se hubiese hecho una pregunta parecida a si mismo. Podría acompañar en su entrenamiento a la muchacha pero no sería cortés invitarse solo, y tampoco sabía si sería capaz de seguirle el ritmo para evitar estorbarle.
La charla de sobremesa iba a tener que seguir en lo que esperaban que llegara su pedido, sin pensarlo tanto y siguiendo un poco el hilo de la conversacion, Mogura terminó por elaborar una pregunta nueva para su compañera.
¿Una vez que terminemos con el descanso para comer vas a volver a la rutina de entrenamiento de hoy, no?
Preguntó curioso sobre el itinerario de la muchacha de ojos rojos. No estaba seguro de cuanto tiempo habrían pasado juntos en el oleaje del lago porque no tenia un reloj consigo, ni tampoco sabia cuanto tiempo llevaba entrenando Katomi ese día antes de cruzarse con él. No tenía mayor idea de que es lo que iba a hacer él tampoco después de terminar de comer.
Sería prudente conseguir un paraguas nuevo...
Reflexionaba para si mismo como si se hubiese hecho una pregunta parecida a si mismo. Podría acompañar en su entrenamiento a la muchacha pero no sería cortés invitarse solo, y tampoco sabía si sería capaz de seguirle el ritmo para evitar estorbarle.