3/07/2016, 16:43
Hacía no mucho estaba sentado en un banco de madera con un humilde abanico echándose viento, y por intervención de aquel par ahora se encontraba caminando por los hermosamente decorados pasillos de un bien cuidado negocio, sumado al agradable ambiente y temperatura que había ahí dentro en contraste con las calles, hacían del simple hecho de estar paseando por ahí una cosa única.
La mesa que se había procurado conseguir Kazuma estaba bastante bien ubicada, incluso había visuales a un bien logrado jardín tradicional.
En Amegakure sería muy complicado poder llegar a ver algo como eso.
Pensaba para sus interiores, notaba algunas miradas pero mantenía el profesionalismo pues sabía que el joven señor que simulaba ser el Ishimura era, claramente, el centro de la atención.
Cada detalle del establecimiento parece haber sido atendido con sumo cuidado logrando un resultado bastante agradable a la vista.
Eventualmente si mantenía aquel léxico que tampoco le costaba tanto, evitaría tener problemas con la mujer que acompañaba al muchacho de peloblanco.
Al momento de ver la carta con los diferentes tipos de productos que ofrecían se sorprendió ligeramente, aunque su expresión no se inmuto mas allá de levantar a penas una ceja. Sin buscar demasiado había llegado a la parte de las tortas, donde un nombre en particular le pateo lejos todas las ganas de probas un helado y en su lugar fueron reemplazadas por...
Torta de frutilla...
Susurró al aire, quizás no habrían escuchado sus palabras de lo bajo que sonaron. Sus ojos brillaron ligeramente al encontrar una nueva oportunidad para poder degustar su postre favorito. Quizás no tanto al punto de ser comparado con Naomi pero había algo de alegría en los ojos del joven Manase, como si se hubiese encontrado con un viejo amigo estando lejos de casa.
Ciertamente poseen una amplia variedad de opciones, aunque debo confesar que ya he tomado una decisión.
Exclamó con finas palabras una respuesta al comentario del Ishimura. Sería muy difícil encontrar en lo que quedaba de la cartilla una opción mejor que la torta de frutilla, al menos ante los ojos de Mogura.
La mesa que se había procurado conseguir Kazuma estaba bastante bien ubicada, incluso había visuales a un bien logrado jardín tradicional.
En Amegakure sería muy complicado poder llegar a ver algo como eso.
Pensaba para sus interiores, notaba algunas miradas pero mantenía el profesionalismo pues sabía que el joven señor que simulaba ser el Ishimura era, claramente, el centro de la atención.
Cada detalle del establecimiento parece haber sido atendido con sumo cuidado logrando un resultado bastante agradable a la vista.
Eventualmente si mantenía aquel léxico que tampoco le costaba tanto, evitaría tener problemas con la mujer que acompañaba al muchacho de peloblanco.
Al momento de ver la carta con los diferentes tipos de productos que ofrecían se sorprendió ligeramente, aunque su expresión no se inmuto mas allá de levantar a penas una ceja. Sin buscar demasiado había llegado a la parte de las tortas, donde un nombre en particular le pateo lejos todas las ganas de probas un helado y en su lugar fueron reemplazadas por...
Torta de frutilla...
Susurró al aire, quizás no habrían escuchado sus palabras de lo bajo que sonaron. Sus ojos brillaron ligeramente al encontrar una nueva oportunidad para poder degustar su postre favorito. Quizás no tanto al punto de ser comparado con Naomi pero había algo de alegría en los ojos del joven Manase, como si se hubiese encontrado con un viejo amigo estando lejos de casa.
Ciertamente poseen una amplia variedad de opciones, aunque debo confesar que ya he tomado una decisión.
Exclamó con finas palabras una respuesta al comentario del Ishimura. Sería muy difícil encontrar en lo que quedaba de la cartilla una opción mejor que la torta de frutilla, al menos ante los ojos de Mogura.