4/07/2016, 01:47
(Última modificación: 4/07/2016, 01:48 por Sasagani Yota.)
La joven tardó sus segundos en reaccionar pero correspondió aquel abrazo y al mismo tiempo que le propinaba aquel beso en la mejilla dijo algo que heló mi corazón.
—Te eché de menos, Yota. —
Por supuesto que deseaba oírlo pero por alguna razón no lo esperaba. Pero no por no esperarlo no ensanché todavía más mi sonrisa, todo lo contrario. Hasta el momento aquel estaba siendo el día más feliz del año y superarlo sería complicado. Por fin juntos otra vez.
— Yo también, Eri-chan
Me tomó la mano diestra y le indicó a regañadientes a Toyo que ya íbamos. Pronto empezaríamos a cruzar aquel puente.
— Así me gusta, pequeñaja. No está bien hacer cabrear a los mayores
Suspiré mientras arrojaba el caramelo o mejor dicho lo que quedaba de él al riachuelo que teníamos bajo nuestros pies dejando a Toyo atrás. Por lo visto él no venía con nosotros.
— No me equivoqué con vosotros. No hace falta ver más para saber que cuidareis el uno del otro y haréis buen equipo — suspiró el jonnin una vez estábamos lo suficientemente lejos como para que no le pudiéramos oír.
Abrimos la puerta para poder acceder al interior del edificio más emblemático de la aldea. Esperaría cualquier cosa menos lo que vi al observar con detalle la gran recepción.
— ¡¿Mitsuki?! — pregunté en voz alta para después taparme la boca al ver que los pocos que habían se giraron haciéndome rebajar el tono de voz.
— Perdón, perdón — Me disculpé rascándome la nuca con la mano izquierda.
—Te eché de menos, Yota. —
Por supuesto que deseaba oírlo pero por alguna razón no lo esperaba. Pero no por no esperarlo no ensanché todavía más mi sonrisa, todo lo contrario. Hasta el momento aquel estaba siendo el día más feliz del año y superarlo sería complicado. Por fin juntos otra vez.
— Yo también, Eri-chan
Me tomó la mano diestra y le indicó a regañadientes a Toyo que ya íbamos. Pronto empezaríamos a cruzar aquel puente.
— Así me gusta, pequeñaja. No está bien hacer cabrear a los mayores
Suspiré mientras arrojaba el caramelo o mejor dicho lo que quedaba de él al riachuelo que teníamos bajo nuestros pies dejando a Toyo atrás. Por lo visto él no venía con nosotros.
— No me equivoqué con vosotros. No hace falta ver más para saber que cuidareis el uno del otro y haréis buen equipo — suspiró el jonnin una vez estábamos lo suficientemente lejos como para que no le pudiéramos oír.
Abrimos la puerta para poder acceder al interior del edificio más emblemático de la aldea. Esperaría cualquier cosa menos lo que vi al observar con detalle la gran recepción.
— ¡¿Mitsuki?! — pregunté en voz alta para después taparme la boca al ver que los pocos que habían se giraron haciéndome rebajar el tono de voz.
— Perdón, perdón — Me disculpé rascándome la nuca con la mano izquierda.
Narro ~ Hablo ~ Pienso ~ Kumopansa