4/07/2016, 13:16
Después de que ambos presentasen la acreditación entraron a los Dojos de forma normal y natural, y Eri por fin se sintió de nuevo a salvo. Como cuando jugaban a pillar y algo se denominaba ''casa'', pues igual, ahora los Dojos era su santuario. Aunque prefería Uzushiogakure, puestos a elegir.
—Fiuu…Al fin.
—Menos mal que te han aceptado la tarjeta, que si no te veo quedándote fuera durante todo el Torneo. — Añadió la peliazul con una sonrisa.
—Pues creo que por hoy se terminó el día para mí —decidió, mirando de reojo a Eri—. Sí, ya lo creo que sí. Demasiadas emociones fuertes para mi pobre corazón.
—Tranquilo, pienso perderme en mi hotel y dormir hasta la próxima ronda... No quiero saber nada de pozos en mucho tiempo. — Admitió mientras miraba la calle principal, calculando mentalmente lo que tardaría en llegar a su pequeño y caro hotel.
—Seguramente vuelva mañana, a preguntar qué ha pasado al final con todo este asunto… Si te vienes quizá nos veamos, y si no… ¡Suerte con el Torneo! Después de los puñetazos que te he visto soltar estoy convencido de que llegarás muy lejos.
—Puede que venga, sí. — Sopesó después de unos segundos, mientras sus mejillas tomaban un color carmesí. — Aunque debo consultarlo con la almohada, además, tampoco quiero entorpecer el trabajo de los samurái... — Añadió, esta vez mirando al Uchiha. —Muchas gracias, Datsue-san.— Agradeció con una sonrisa amplia para comenzar a andar.
Eran demasiadas emociones vividas por un día, lo mejor era terminar con aquel día lo más rápido posible. Se despidió con un movimiento de cabeza y la mano abierta, balanceándose.
—Hasta otra, Datsue. — Se despidió, perdiéndose por la multitud de la gente que transitaba aquel camino.
Esperando que, la próxima vez que se encontrase con el Uchiha de Takigakure, las cosas fueran diferentes.
—Fiuu…Al fin.
—Menos mal que te han aceptado la tarjeta, que si no te veo quedándote fuera durante todo el Torneo. — Añadió la peliazul con una sonrisa.
—Pues creo que por hoy se terminó el día para mí —decidió, mirando de reojo a Eri—. Sí, ya lo creo que sí. Demasiadas emociones fuertes para mi pobre corazón.
—Tranquilo, pienso perderme en mi hotel y dormir hasta la próxima ronda... No quiero saber nada de pozos en mucho tiempo. — Admitió mientras miraba la calle principal, calculando mentalmente lo que tardaría en llegar a su pequeño y caro hotel.
—Seguramente vuelva mañana, a preguntar qué ha pasado al final con todo este asunto… Si te vienes quizá nos veamos, y si no… ¡Suerte con el Torneo! Después de los puñetazos que te he visto soltar estoy convencido de que llegarás muy lejos.
—Puede que venga, sí. — Sopesó después de unos segundos, mientras sus mejillas tomaban un color carmesí. — Aunque debo consultarlo con la almohada, además, tampoco quiero entorpecer el trabajo de los samurái... — Añadió, esta vez mirando al Uchiha. —Muchas gracias, Datsue-san.— Agradeció con una sonrisa amplia para comenzar a andar.
Eran demasiadas emociones vividas por un día, lo mejor era terminar con aquel día lo más rápido posible. Se despidió con un movimiento de cabeza y la mano abierta, balanceándose.
—Hasta otra, Datsue. — Se despidió, perdiéndose por la multitud de la gente que transitaba aquel camino.
Esperando que, la próxima vez que se encontrase con el Uchiha de Takigakure, las cosas fueran diferentes.
![[Imagen: ksQJqx9.png]](https://i.imgur.com/ksQJqx9.png)