Este foro utiliza cookies
Este foro utiliza cookies para guardar tu información de inicio de sesión si estás registrado, y tu última visita si no lo estás. Las cookies son pequeños documentos de texto guardados en tu ordenador; las cookies establecidas por este foro sólo pueden ser utilizadas en este mismo sitio y no poseen riesgos de seguridad. Las cookies de este foro también llevan un registro de los temas que has leído y cuándo fue la última vez que los leíste. Los administradores NO tienen acceso a esta información, sólo TU NAVEGADOR. Por favor confirma si aceptas el establecimiento de estas cookies.

Se guardará una cookie en tu navegador sea cual sea tu elección para no tener que hacerte esta pregunta otra vez. Podrás cambiar tus ajustes sobre cookies en cualquier momento usando el link en el pie de página.
Otoño-Invierno de 221

Fecha fijada indefinidamente con la siguiente ambientación: Los ninjas de las Tres Grandes siguen luchando contra el ejército de Kurama allá donde encuentran un bastión sin conquistar. Debido a las recientes provocaciones del Nueve Colas, los shinobi y kunoichi atacan con fiereza en nombre de la victoria. Kurama y sus generales se encuentran acorralados en las Tierras Nevadas del Norte, en el País de la Tormenta. Pero el invierno está cerca e impide que cualquiera de los dos bandos avance, dejando Oonindo en una situación de guerra fría, con pequeñas operaciones aquí y allá. Las villas requieren de financiación tras la pérdida de efectivos en la guerra, y los criminales siguen actuando sobre terreno salpicado por la sangre de aliados y enemigos, por lo que los ninjas también son enviados a misiones de todo tipo por el resto del mundo, especialmente aquellos que no están preparados para enfrentarse a las terribles fuerzas del Kyuubi.
#5
—P... ¿Por qué no me escribiste siquiera? Yo... creía que... después de lo que pasó en el Torneo... yo...

Ayame se abrazó a sí misma, resultando evidente que estaba intentando no llorar sin éxito.

—¿Qué podía hacer yo? —Daruu apartó la mirada, incómodo, y también se puso a llorar como una magdalena—. Podría haberte escrito algo, ¿pero dónde lo envío? ¿A tu casa? Imagínate a tu padre cogiendo la carta y leyéndola. No quería causarte problemas sin estar yo aquí para que la pagase conmigo y no contigo...

Daruu intentó reír, pero sólo salió de él una tos muy fea.

—Pero da igual... —dijo—. ...yo también tenía miedo de que te hubieras olvidado de mí, o de lo que pasó, o que te lo hubieras replanteado. He estado aprendiendo muchas cosas con Seremaru, y... te tenía preparada una cosita.

Extendió la palma de la mano e hizo crecer una rosa. Pero esta vez no era una, eran dos, tres, cuatro, cada una de un color más exótico hasta formar un ramillete. Luego, una especie de tejido hecho de hoja, de color verde, se enrolló alrededor de las rosas configurando un bonito bouquet. Daruu tomó la mano de Ayame y le puso el ramillete encima. Cerró sus dedos y la miró a los ojos.

—Ahora que la pague conmigo si quiere. —La acercó para sí y la besó.

Fue un beso más largo y más tranquilo que el que habían tenido aquella vez. Menos impulsivo, menos pasional, pero más dulce. Sus nervios lo agradecieron.

Cuando se separó de Ayame, apartó la mirada, nervioso. Señaló a un banco que había cerca de la barandilla.

—Si no te importa mojarte con la lluvia, podemos sentarnos ahí y ha... hablar un poco de todo antes de... —Suspiró—. Bueno, ya lo sabes, ¿no? La apuesta.

Daruu se adelantó y se sentó en el banco. Echó la cabeza hacia atrás y cerró los ojos, recostándose y dejando que la lluvia acariciara su rostro y su cabello.

—¿Has hecho alguna misión este año? Con todo lo del entrenamiento, yo no he podido, y para las pocas que hicimos juntos en su día, la verdad es que lo echo en falta —sugirió—. ¿Recuerdas cuando acompañamos a tu padre a esa charla sobre las vacunaciones? Lo pienso ahora y es que es para reírse.

Aquella había sido su primera misión. Recordaba perfectamente cada detalle, al milímetro. Durante el desayuno, su madre le había recriminado que llevaba ya semanas graduado y que no se había lanzado a por ninguna tarea, y por lo visto a Zetsuo le pasaba algo parecido con Ayame. De modo que ambos habían decidido que los muchachos acompañarían a Zetsuo en una visita a la Academia y que éste registraría la misión como una oficial de rango D para que sendos shinobi se estrenasen en el oficio...
[Imagen: K02XwLh.png]

No hay marcas de sangre registradas.
Responder


Mensajes en este tema
RE: Misión (D): ¿Recuerdas aquella vez...? - por Amedama Daruu - 7/07/2016, 09:56


This forum uses Lukasz Tkacz MyBB addons.