7/07/2016, 21:34
—Ha sido un rato agradable, Hyuga Mitsuki—
—Lo mismo digo, Ishimura Kazuma— contestó con la misma cortesía recibida mientras se detenían justo dodnde acababa la plaza y daba paso a las escaleras que bajaban desde el templo, justo bajo el arco que separaba el mundo divino del mundo mortal.
—Creo que me he tomado más tiempo del que me correspondía... Ha sido un rato agradable, Hyuga Mitsuki pero aquí es donde nos despedimos. De verdad es una lástima; Eres una persona interesante y tenía muchas cosas que quería preguntar—
—Espero que la próxima vez que nos encontremos dispongas de más tiempo, yo también he disfrutado de la conversación—
Mientras el chico se alejaba, Mitsuki hizo una leve reverencia en señal de despedida.
El peliblanco e giró y añadió —Tengo la sensación de que nos volveremos a ver, así que esto es tan solo un hasta pronto. — para después volverse y continuar descendiendo, poco a poco la kunoichi le fue perdiendo la pista entre la maraña humana que se formaba entre los que descendían y los trataban de subir.
—Yo también la tengo...— Mitsuki se volvió y se dirigió al templo principal, para agradecer a los monjes el esfuerzo de cuidar la capilla del dios Fuujin
—Lo mismo digo, Ishimura Kazuma— contestó con la misma cortesía recibida mientras se detenían justo dodnde acababa la plaza y daba paso a las escaleras que bajaban desde el templo, justo bajo el arco que separaba el mundo divino del mundo mortal.
—Creo que me he tomado más tiempo del que me correspondía... Ha sido un rato agradable, Hyuga Mitsuki pero aquí es donde nos despedimos. De verdad es una lástima; Eres una persona interesante y tenía muchas cosas que quería preguntar—
—Espero que la próxima vez que nos encontremos dispongas de más tiempo, yo también he disfrutado de la conversación—
Mientras el chico se alejaba, Mitsuki hizo una leve reverencia en señal de despedida.
El peliblanco e giró y añadió —Tengo la sensación de que nos volveremos a ver, así que esto es tan solo un hasta pronto. — para después volverse y continuar descendiendo, poco a poco la kunoichi le fue perdiendo la pista entre la maraña humana que se formaba entre los que descendían y los trataban de subir.
—Yo también la tengo...— Mitsuki se volvió y se dirigió al templo principal, para agradecer a los monjes el esfuerzo de cuidar la capilla del dios Fuujin