8/07/2016, 19:04
Katomi comentaba que la idea de permanecer en el restaurante para disfrutar de aquel par de postres no había sido para nada mala. Flan con sabor a gloria y una torta de frutilla con el poder de enviar a los cielos a aquel que lo probase, no había humildad alguna en el tremendo sabor que poseían.
Mogura se limitó a asentir el comentario de la kunoichi con una sonrisa en el rostro, se sentía contento de poder probar una vez mas su postre favorito y aunque el predicamento que tenía con respecto a la cuchara era el mismo prácticamente, pues tenían la misma cucharita para enfrentarse a un enemigo de proporciones similares, no estaba tan preocupado por el tiempo que le tomaría derrotarlo.
¡Ánimo! En el peor de los casos terminaremos para cuando tenga que volver a abrir el restaurante... jajaja
Dijo el joven shinobi acompañando a la muchacha con el tono de la charla. Ciertamente otra opción hubiese sido pedir que envuelvan lo que no podían terminar de comer ¿Pero por qué ser tan realista y matar el ambiente de las bromas con un comentario así?
El chico fue dando dos o tres bocados mas a su maravilloso postre, dejando un espacio en blanco en la conversación, situación que se habría dado al inicio de la comida. Su cara se sonrojó ligeramente y no tardó en soltar nuevamente el único argumento que tenia como escudo en aquel momento.
Disculpa si me quedo callado... pero esto esta muy bueno y ya sabes...
Con un poco de buena memoria, su compañera de comida recordaría las palabras que habría soltado un rato atrás.
Mogura se limitó a asentir el comentario de la kunoichi con una sonrisa en el rostro, se sentía contento de poder probar una vez mas su postre favorito y aunque el predicamento que tenía con respecto a la cuchara era el mismo prácticamente, pues tenían la misma cucharita para enfrentarse a un enemigo de proporciones similares, no estaba tan preocupado por el tiempo que le tomaría derrotarlo.
¡Ánimo! En el peor de los casos terminaremos para cuando tenga que volver a abrir el restaurante... jajaja
Dijo el joven shinobi acompañando a la muchacha con el tono de la charla. Ciertamente otra opción hubiese sido pedir que envuelvan lo que no podían terminar de comer ¿Pero por qué ser tan realista y matar el ambiente de las bromas con un comentario así?
El chico fue dando dos o tres bocados mas a su maravilloso postre, dejando un espacio en blanco en la conversación, situación que se habría dado al inicio de la comida. Su cara se sonrojó ligeramente y no tardó en soltar nuevamente el único argumento que tenia como escudo en aquel momento.
Disculpa si me quedo callado... pero esto esta muy bueno y ya sabes...
Con un poco de buena memoria, su compañera de comida recordaría las palabras que habría soltado un rato atrás.