10/07/2016, 11:17
Anzu no pudo evitar que sus labios se curvaran en una mueca de auténtica ira cuando la recepcionista —a juzgar por su aspecto, una kunoichi veterana y quizá ya retirada del servicio— les mandó, casi literalmente, a freír espárragos. La cicatriz que cruzaba su boca se deformó en una contorsión macabra cuando la Yotsuki puso la mano diestra sobre el mostrador. No fue un gesto agresivo ni provocador, pero sí cargado de solidez y seguridad. Con sus ojos grises buscó en el respaldo del asiento, el lugar donde debía estar la cara de aquella vieja.
—Es un asunto importante. De seguridad nacional. Estoy segura de que Kawakage-sama puede recibirnos.
Ella nunca había sido buena con las palabras. No se le daba bien convencer a la gente —no, al menos, hablando— y tampoco solía ocurrírsele una buena manera de hacerlo. Sin embargo, era consciente de que tenían que informar a Yubiwa. «Y tiene que ser hoy. Ahora. Ya llevamos un jodido año de retraso...» En realidad Anzu no quería conseguir la audiencia con el máximo responsable de Takigakure no Sato. Sabía que serían fuertemente reprendidos por haber tardado casi trescientos sesenta y cinco días en comunicar una información tan importante.
La Yotsuki lanzó una mirada a su compañero, una mirada que pretendía decir 'Tatsuya-san, tú eres el educado, el formal, el noble. ¡Haz algo!'
—Es un asunto importante. De seguridad nacional. Estoy segura de que Kawakage-sama puede recibirnos.
Ella nunca había sido buena con las palabras. No se le daba bien convencer a la gente —no, al menos, hablando— y tampoco solía ocurrírsele una buena manera de hacerlo. Sin embargo, era consciente de que tenían que informar a Yubiwa. «Y tiene que ser hoy. Ahora. Ya llevamos un jodido año de retraso...» En realidad Anzu no quería conseguir la audiencia con el máximo responsable de Takigakure no Sato. Sabía que serían fuertemente reprendidos por haber tardado casi trescientos sesenta y cinco días en comunicar una información tan importante.
La Yotsuki lanzó una mirada a su compañero, una mirada que pretendía decir 'Tatsuya-san, tú eres el educado, el formal, el noble. ¡Haz algo!'