11/07/2016, 15:51
Len había empezado a actuar de una forma muy hiperactiva, podría ser que el café que había tomado esa mañana habría tenido demasiada azúcar. Podría ser incluso que el propio café hubiese sido un error, pero él no estuvo ahí para evitarlo. Mogura se limitó a inclinar su cabeza en dirección opuesta al peliblanco cuando este empezó a agitar sus brazos como un loco histérico mientras que soltaba sus quejas.
Esta en el...
Fue interrumpido entonces por la pregunta propiamente dicha, se quedo un momento en silencio. Posiblmente coincidiendo en tiempo con los pensamientos que cruzaban por la cabeza del muchacho. Podría ser que estuviese recordando un poco de las clases de geografía de la academia o algo por el estilo, a saber.
País del fuego.
Soltó antes de que algo más de lo que pudiese decir el chico lograse interrumpirlo. Casi al instante las enérgicas palabras de su compatriota se escaparon de sus labios. No estaba seguro si iba a poder aguantar los tres o cuatro días de viaje que tomarían para llegar al Dojo del combatiente sin intentar arrojar al volátil chico por el borde del acantilado mas cercano, así que tomó la decisión que consideró en ese momento como la más sana.
Te buscaré por allí.
Se limitó a contestar dando unos pasos hacía delante comenzando su viaje a su propia casa. Levantó ligeramente el puño en alto como había hecho el chico de melena blanca.
En ese lugar hace más calor que en Amegakure, tenlo en cuenta al armar tu bolso.
Si no hubiese algo que fuese a detener al muchacho entonces se terminaría de meter en las calles de la aldea.
Esta en el...
Fue interrumpido entonces por la pregunta propiamente dicha, se quedo un momento en silencio. Posiblmente coincidiendo en tiempo con los pensamientos que cruzaban por la cabeza del muchacho. Podría ser que estuviese recordando un poco de las clases de geografía de la academia o algo por el estilo, a saber.
País del fuego.
Soltó antes de que algo más de lo que pudiese decir el chico lograse interrumpirlo. Casi al instante las enérgicas palabras de su compatriota se escaparon de sus labios. No estaba seguro si iba a poder aguantar los tres o cuatro días de viaje que tomarían para llegar al Dojo del combatiente sin intentar arrojar al volátil chico por el borde del acantilado mas cercano, así que tomó la decisión que consideró en ese momento como la más sana.
Te buscaré por allí.
Se limitó a contestar dando unos pasos hacía delante comenzando su viaje a su propia casa. Levantó ligeramente el puño en alto como había hecho el chico de melena blanca.
En ese lugar hace más calor que en Amegakure, tenlo en cuenta al armar tu bolso.
Si no hubiese algo que fuese a detener al muchacho entonces se terminaría de meter en las calles de la aldea.