21/05/2015, 20:59
Dio un paso atrás, quizás por desconfianza, quizás por miedo. Lo cierto es que no había estado nunca delante de un ninja de otra aldea, y aunque éste aparentaba ser más o menos de su edad, no terminaba de fiarse de que sus intenciones fueran buenas. No tendría, por otra parte, que pasar nada, más teniendo en cuenta la forma con la que le había saludado.
Las tres grandes naciones con aldeas shinobi estaban unidas en una especie de Alianza. Más que una Alianza, un Pacto de no agresión y no interferencia en sus respectivos territorios, a no ser que sus misiones se encontraran la una con la otra en un país neutral. Estaba, en efecto, en un país neutral, pero técnicamente Daruu no tenía ninguna misión que cumplir, así que era imposible interferir con nada.
Todo lo tímido que tenía el rubio lo tenía el moreno de extrovertido. Señaló que si Daruu era un shinobi de Amegakure debía de haber sido una paliza llegar hasta allí, y se presentó como Uchiha Yota. También preguntó por su nombre.
«Vaya, un Uchiha...»
Aquello le fascinó. Le habían contado tantas cosas sobre los Uchiha... Sabía que eran legendarios como soldados y en combates uno contra uno llevaban las de ganar, pero nadie le había contado por qué. Sólo que sus ojos eran capaces de cambiar, y que cuando uno los veía debía reconsiderar la opción de escabullirse o, como mínimo, tener mucho cuidado.
¿De qué eran capaces esos ojos, para que se les tuviera que tener tanto miedo?
—Yo... me llamo Hanaiko Daruu. Encantado, su... supongo. —Se había relajado un poco, pero aún así se sentía incómodo en esa situación. ¿Debía correr, debía mantener silencio y contar mentiras a diestro y siniestro para no comprometer la información de la aldea?
Al final, sólo pudo quedarse de pie y rígido como una figurita de porcelana.
Las tres grandes naciones con aldeas shinobi estaban unidas en una especie de Alianza. Más que una Alianza, un Pacto de no agresión y no interferencia en sus respectivos territorios, a no ser que sus misiones se encontraran la una con la otra en un país neutral. Estaba, en efecto, en un país neutral, pero técnicamente Daruu no tenía ninguna misión que cumplir, así que era imposible interferir con nada.
Todo lo tímido que tenía el rubio lo tenía el moreno de extrovertido. Señaló que si Daruu era un shinobi de Amegakure debía de haber sido una paliza llegar hasta allí, y se presentó como Uchiha Yota. También preguntó por su nombre.
«Vaya, un Uchiha...»
Aquello le fascinó. Le habían contado tantas cosas sobre los Uchiha... Sabía que eran legendarios como soldados y en combates uno contra uno llevaban las de ganar, pero nadie le había contado por qué. Sólo que sus ojos eran capaces de cambiar, y que cuando uno los veía debía reconsiderar la opción de escabullirse o, como mínimo, tener mucho cuidado.
¿De qué eran capaces esos ojos, para que se les tuviera que tener tanto miedo?
—Yo... me llamo Hanaiko Daruu. Encantado, su... supongo. —Se había relajado un poco, pero aún así se sentía incómodo en esa situación. ¿Debía correr, debía mantener silencio y contar mentiras a diestro y siniestro para no comprometer la información de la aldea?
Al final, sólo pudo quedarse de pie y rígido como una figurita de porcelana.
![[Imagen: K02XwLh.png]](https://i.imgur.com/K02XwLh.png)