17/07/2016, 14:45
El calor en el lugar era quizás un poco más intenso de lo que estaba acostumbrado, tanto así que tuvo que quitarse la capa, doblarla y luego llevarla en su brazo. Además de llevar recogido el pelo en su clásica coleta de entonces para que la humedad no fuese a molestarle en la zona de la nuca. Tal vez lo que más le incómodaban eran los insectos, pero tenía una solución: encontrar alguna mata de aloe vera, para echársela en la piel. Con eso podría desinflamar las pícaduras que ya tenía y de paso evitar que más bichos intentasen acercársele, al precio de ahora apestar con el amargo aroma de la planta.
"Es una pinche selva, aquí no tengo que andar preocupándome por si estoy presentable o no"
El camino estaba conformado por un verde entramado que algunas veces le hacía saltar por encima de algunas ramas y en otras tantas tenía que agacharse para pasar, aunque siendo Takigakuriense estaba más o menos acostumbrado al ámbito boscoso.
"Pero ni un contorsionista se estira asi, fuff"
Lo que de verdad le fastidiaba era el siseante sonido de sus alrededores. En un inicio pasó por alto aquello, total, si él no molestaba a las serpientes ellas no lo molestarían a él. Sin embargo entre más se adentraba más aumentaba el ruido de las víperinas lenguas de los reptiles. ¿Porqué se había ido a meter así si ya tenía precedentes? Quién sabe, últimamente no la había pasado muy bien. En cierto punto encontró una barrera natural compuesta de tierra, piedras y sospechosos agujeros, es ahí donde el sentido común entra en juego.
"No y no"
No iba a curiosear y menos sabiendo que estaba en terreno desconocido, intentaría alejarse y buscar un punto de inflexión en la ruta para rodear esa formación. De no ser posible pues se regresaría por donde vino y buscaría otra ruta, que prisas no tenía.
"Es una pinche selva, aquí no tengo que andar preocupándome por si estoy presentable o no"
El camino estaba conformado por un verde entramado que algunas veces le hacía saltar por encima de algunas ramas y en otras tantas tenía que agacharse para pasar, aunque siendo Takigakuriense estaba más o menos acostumbrado al ámbito boscoso.
"Pero ni un contorsionista se estira asi, fuff"
Lo que de verdad le fastidiaba era el siseante sonido de sus alrededores. En un inicio pasó por alto aquello, total, si él no molestaba a las serpientes ellas no lo molestarían a él. Sin embargo entre más se adentraba más aumentaba el ruido de las víperinas lenguas de los reptiles. ¿Porqué se había ido a meter así si ya tenía precedentes? Quién sabe, últimamente no la había pasado muy bien. En cierto punto encontró una barrera natural compuesta de tierra, piedras y sospechosos agujeros, es ahí donde el sentido común entra en juego.
"No y no"
No iba a curiosear y menos sabiendo que estaba en terreno desconocido, intentaría alejarse y buscar un punto de inflexión en la ruta para rodear esa formación. De no ser posible pues se regresaría por donde vino y buscaría otra ruta, que prisas no tenía.