21/07/2016, 17:13
"Mmmmhhh, que azulito está el cielo. Me encantan los días así, aquella nube parece un huevo frito y aquella otra un muslo de pollo. Y las gaviotas, como se mantienen en el aire pese a su envergadura…"
¡POOF!
"¿Qué leches?" Se incorporó Kaiten de golpe al sentir un balón azul que había caído directamente a su barriga, había hecho una diana perfecta en el ombligo. La bebida que tomó justo después del baño se le subió a la garganta, después de estar ya casi en su intestino y hizo un amago de vomitar.
- Ghul-a…- Dijo el balón azul.
"¡Joder!"- Kaiten no era de asustarse, pero un balón que saludaba, o al menos lo intentaba, estaba sorprendido.
- ¡Habéis desvelado el camuflaje secreto del gran Nabi! Ahora a limpiarse toda esta arena. - Dijo algo a su lado.
"¡JODER!"- No ganaba para sobresaltos, una pelota parlante en su tripa en pleno modo relax y un… ¿Qué era eso? ¿Una croqueta llamada Nabi con patas? Había emergido de la arena como si tal cosa y exclamado una frase para irse al agua.
Calma, el calor de esta mañana no se le habría pasado del todo. Se tomó su tiempo para reaccionar, se puso sus gafas y volvió a mirar a esos dos extraños sucesos que le acababan de dar el susto de la semana.
Miró primero al balón, bueno, no lo era. Se sintió mal al ver que había acusado de un objeto a una muchacha de pelo azul, un azul muy bonito que con la luz del sol le había cubierto toda la cara al parecer caer sobre él, engañándole con lo que vio anteriormente alno tener gafas, un balón. Un momento, era una chica de la academia, le sonaba de vista. ¡Qué vergüenza! ¿Qué diría? ¿Qué haría? ¿Cómo se había caído ahí?
- Ho.. Hola – Atinó al fin, mientras dirigía la mirada ahora a la "croqueta Nabi", que al igual que la confusión con la muchacha, resulto ser otro muchacho.
Había salido como alma que lleva el diablo hacia el agua, y nadaba como una nutria, quitando así su arena del cuerpo y dejándolo ver. ¡También era de la academia! ¡Y le sonaba! Él era rubio, no pudo ver nada más pues el agua le cubría hasta el cuello y se hundió rápidamente para bucear seguramente.
Lo primero era lo primero, sacó a la muchacha del pelo azul de su barriga, estaba casi hundida y la sentó a su lado, era pequeñita así que no tuvo que emplear mucha fuerza para levantarla entera y acomodarla. No sabía que decir por su timidez. También vio el agujero alargado que había dejado el rubio. Había dos caminos con huellas desde este, uno parecía salir directo a la orilla y otro que venía de ella hasta un lateral muriendo medio del agujero. La curiosidad le picaba, sí que se había quedado tonto mirando el cielo y las nubes.
- Soy Kaiten, ¿Qué...? ¿Qué te ha pasado?- Dijo de una manera extremadamente vergonzosa y temblorosa, intentando entablar conversación mientras el otro muchacho seguía haciendo el submarino.
¡POOF!
"¿Qué leches?" Se incorporó Kaiten de golpe al sentir un balón azul que había caído directamente a su barriga, había hecho una diana perfecta en el ombligo. La bebida que tomó justo después del baño se le subió a la garganta, después de estar ya casi en su intestino y hizo un amago de vomitar.
- Ghul-a…- Dijo el balón azul.
"¡Joder!"- Kaiten no era de asustarse, pero un balón que saludaba, o al menos lo intentaba, estaba sorprendido.
- ¡Habéis desvelado el camuflaje secreto del gran Nabi! Ahora a limpiarse toda esta arena. - Dijo algo a su lado.
"¡JODER!"- No ganaba para sobresaltos, una pelota parlante en su tripa en pleno modo relax y un… ¿Qué era eso? ¿Una croqueta llamada Nabi con patas? Había emergido de la arena como si tal cosa y exclamado una frase para irse al agua.
Calma, el calor de esta mañana no se le habría pasado del todo. Se tomó su tiempo para reaccionar, se puso sus gafas y volvió a mirar a esos dos extraños sucesos que le acababan de dar el susto de la semana.
Miró primero al balón, bueno, no lo era. Se sintió mal al ver que había acusado de un objeto a una muchacha de pelo azul, un azul muy bonito que con la luz del sol le había cubierto toda la cara al parecer caer sobre él, engañándole con lo que vio anteriormente alno tener gafas, un balón. Un momento, era una chica de la academia, le sonaba de vista. ¡Qué vergüenza! ¿Qué diría? ¿Qué haría? ¿Cómo se había caído ahí?
- Ho.. Hola – Atinó al fin, mientras dirigía la mirada ahora a la "croqueta Nabi", que al igual que la confusión con la muchacha, resulto ser otro muchacho.
Había salido como alma que lleva el diablo hacia el agua, y nadaba como una nutria, quitando así su arena del cuerpo y dejándolo ver. ¡También era de la academia! ¡Y le sonaba! Él era rubio, no pudo ver nada más pues el agua le cubría hasta el cuello y se hundió rápidamente para bucear seguramente.
Lo primero era lo primero, sacó a la muchacha del pelo azul de su barriga, estaba casi hundida y la sentó a su lado, era pequeñita así que no tuvo que emplear mucha fuerza para levantarla entera y acomodarla. No sabía que decir por su timidez. También vio el agujero alargado que había dejado el rubio. Había dos caminos con huellas desde este, uno parecía salir directo a la orilla y otro que venía de ella hasta un lateral muriendo medio del agujero. La curiosidad le picaba, sí que se había quedado tonto mirando el cielo y las nubes.
- Soy Kaiten, ¿Qué...? ¿Qué te ha pasado?- Dijo de una manera extremadamente vergonzosa y temblorosa, intentando entablar conversación mientras el otro muchacho seguía haciendo el submarino.