24/07/2016, 16:29
Ambos shinobis caminaron hasta la entrada de la aldea, sin embargo el Takanashi se sentía un poco extraño con el asunto. Uno de los guardias les dirigió la palabra y eso avivió sus sospechas. Mientras Anzu se encargaba de informarle de manera superficial sus planes al vigilante él estaba parado de brazos cruzados mientras dilucidaba sobre las intenciones de la recepcionista.
"Normalmente los permisos para salir los da el propio Kawakage, en todo caso la anciana debía saber que no nos iban a dejar salir si ella misma no nos daba una autorización o algo"
Ya le había extrañado que la señora se pusiera a cooperar con tanta facilidad, demasiada buena suerte y él no es precisamente de las personas con suerte. Escuchó lo que fuera que fueran a decir y entonces colocó su mano en el hombro de la kunoichi.
—Anzu-chan, espera por favor.
El Takanashi caminó hasta los guardias y los encaró mirándolos fijamente.
—Alguien nos informó que Yubiwa-sama había salido esta misma misma mañana ¿Eso es verdad?— Dijo mientras enarcaba una ceja —¿O es que acaso ese alguien nos ha querido ver la cara de tontos?— Añadió.
"Normalmente los permisos para salir los da el propio Kawakage, en todo caso la anciana debía saber que no nos iban a dejar salir si ella misma no nos daba una autorización o algo"
Ya le había extrañado que la señora se pusiera a cooperar con tanta facilidad, demasiada buena suerte y él no es precisamente de las personas con suerte. Escuchó lo que fuera que fueran a decir y entonces colocó su mano en el hombro de la kunoichi.
—Anzu-chan, espera por favor.
El Takanashi caminó hasta los guardias y los encaró mirándolos fijamente.
—Alguien nos informó que Yubiwa-sama había salido esta misma misma mañana ¿Eso es verdad?— Dijo mientras enarcaba una ceja —¿O es que acaso ese alguien nos ha querido ver la cara de tontos?— Añadió.