25/07/2016, 23:02
Oh, no, claro que no era una broma. Daruu se encogió y puso cara de dolor. Miró a Ayame, luego a Zetsuo, y luego de nuevo a Ayame. Intercalaba las miradas como esperando que en cualquier momento la mano de su padre saliese escopetada hacia su mejilla. Ayame siempre había sido muy tímida, pero en aquella ocasión parecía muy osada.
—¿Acaso tengo pinta de estar bromeando? Si tenéis algún tipo de problema con ejercer de una vez vuestro oficio como ninjas, creo que deberíais reconsiderar vuestra actitud desde vuestro pupitre en la academia
—Sí, señor —dijo Daruu, respetuosamente, e hizo una reverencia. Lo último que quería era decepcionar a un superior en su primer día de trabajo oficial.
Dicho esto, comenzó a seguirle. Pronto vislumbrarían las cañerías y los balcones del Torreón de la Academia...
—¿Acaso tengo pinta de estar bromeando? Si tenéis algún tipo de problema con ejercer de una vez vuestro oficio como ninjas, creo que deberíais reconsiderar vuestra actitud desde vuestro pupitre en la academia
—Sí, señor —dijo Daruu, respetuosamente, e hizo una reverencia. Lo último que quería era decepcionar a un superior en su primer día de trabajo oficial.
Dicho esto, comenzó a seguirle. Pronto vislumbrarían las cañerías y los balcones del Torreón de la Academia...