26/07/2016, 19:35
Desde el mar vio a Eri con la cabeza hundida en la tripa de la morsa, ésta reaccionó de la peor forma imaginada sacó la cabeza de la peliazul de su tripa y se dispuso a comersela. Para su suerte, Nabi saltó veloz como el pez que era. En un instante estaba de pie en el agua gracias a su chakra y al siguiente estaba volando hacia la morsa come kunoichis. Su pie descalzo impactó con la rechoncha cabeza del Akimichi y éste rodó un par de veces para acabar tumbado en la arena.
Nabi rebotó del impacto y cayó de culo en la arena justo al lado de la kunoichi. Se levantó rápidamente y puso los puños en la cintura.
— Otra crisis evitada gracias al gran y único Uchiha Nabi. Buenos dias, Eri.
Hizo una pequeña reverencia a la peliazul y señaló a su victima.
— Y tú, bestia marina. Prepárate para que te lleve a la perrera.
Nabi rebotó del impacto y cayó de culo en la arena justo al lado de la kunoichi. Se levantó rápidamente y puso los puños en la cintura.
— Otra crisis evitada gracias al gran y único Uchiha Nabi. Buenos dias, Eri.
Hizo una pequeña reverencia a la peliazul y señaló a su victima.
— Y tú, bestia marina. Prepárate para que te lleve a la perrera.
—Nabi—