30/07/2016, 04:30
Mogura había sido dejado atrás por aquel movimiento de la muchacha, no estaba seguro a que se debía tal actitud pero tampoco es que le había molestado. ¿Podría decirse que así era el comportamiento de ambos? A saber.
Al cruzar por la puerta del negocio pudo admirar a la pelirroja en kimono que hacía de tendera, una combinación de colores bastante curiosa, el detalle del negro en sus ropas sin duda le daba un aire de humildad que contrastaba con lo llamativo de su cabello y demás detalles de vestimenta.
Mogura hizo una ligera reverencia ante la empleada a modo de saludo y entonces se dio a la tarea de recorrer el lugar en busca de algo para poder llevarse.
En serio hay mucha variedad...
De todos los colores habidos y por haber, como si fuese una de esas cajas de lapices de colores, una seccion de paraguas iba de tono en tono haciendo una transición muy bien cuidada, quedaba bastante lindo a la vista. Avanzando por mas rincones se podía ver cosas como paraguas con cortinas o decoraciones con siluetas.
Este tiene incluso un reproductor mp3.
Dijo un poco asombrado al encontrarse con aquella cosa tan rara, un paraguas colorido con una etiqueta en una de las secciones y se veía abajo de todo en el mango la salida del audio. No podía faltar uno de esos injertos que hace cada fabricante, era casi una ley del diseño. Si existía, podía tener un reproductor de mp3.
Oh... creo que he encontrado el adecuado.
Exclamó por lo bajo cuando miró un rincon bastante escondido del local. Avanzó esquivando canastos con paraguas variados que quedaban pendientes para clasificar y descubrir. Se acercó finalmente a aquella oscura y olvidada esquina de la tienda, a pesar de que no tendría mucho tiempo abierta. Ahí estaba, un paraguas muy sencillo, bastante similar al que el viento y la lluvia le había arrebatado al joven médico.
¿Qué te parece?
Dijo tras tomar el paraguas y enseñándoselo a su nueva amiga. Si es que en algún futuro cercano iban a ser compañeros de equipo sería bueno tener su opinión en temas tan importantes como ese.
Al cruzar por la puerta del negocio pudo admirar a la pelirroja en kimono que hacía de tendera, una combinación de colores bastante curiosa, el detalle del negro en sus ropas sin duda le daba un aire de humildad que contrastaba con lo llamativo de su cabello y demás detalles de vestimenta.
Mogura hizo una ligera reverencia ante la empleada a modo de saludo y entonces se dio a la tarea de recorrer el lugar en busca de algo para poder llevarse.
En serio hay mucha variedad...
De todos los colores habidos y por haber, como si fuese una de esas cajas de lapices de colores, una seccion de paraguas iba de tono en tono haciendo una transición muy bien cuidada, quedaba bastante lindo a la vista. Avanzando por mas rincones se podía ver cosas como paraguas con cortinas o decoraciones con siluetas.
Este tiene incluso un reproductor mp3.
Dijo un poco asombrado al encontrarse con aquella cosa tan rara, un paraguas colorido con una etiqueta en una de las secciones y se veía abajo de todo en el mango la salida del audio. No podía faltar uno de esos injertos que hace cada fabricante, era casi una ley del diseño. Si existía, podía tener un reproductor de mp3.
Oh... creo que he encontrado el adecuado.
Exclamó por lo bajo cuando miró un rincon bastante escondido del local. Avanzó esquivando canastos con paraguas variados que quedaban pendientes para clasificar y descubrir. Se acercó finalmente a aquella oscura y olvidada esquina de la tienda, a pesar de que no tendría mucho tiempo abierta. Ahí estaba, un paraguas muy sencillo, bastante similar al que el viento y la lluvia le había arrebatado al joven médico.
¿Qué te parece?
Dijo tras tomar el paraguas y enseñándoselo a su nueva amiga. Si es que en algún futuro cercano iban a ser compañeros de equipo sería bueno tener su opinión en temas tan importantes como ese.