5/08/2016, 02:31
El Ishimura se lamentaba el haberse perdido gran parte del evento también a causa de fuerzas mayores, y al igual que Mogura solo le quedaba de consuelo poder asistir a un ultimo combate y poder presenciar la gran final. Pero, a pesar de todo, había logrado informarse de lo sucedido gracias a un suplemento informativo de bastante calidad aparentemente.
¿Suplemento? No estaba al tanto de eso...
Pensaba el joven médico, hubiese sido una buena idea poder haber llegado a conseguir uno para su persona con un poco de anterioridad. Naomi haría aparecer en escena aquella documentación tan preciada para Mogura en aquel instante, sus ojos no podrían despegarse del pseudo periódico a causa de la curiosidad.
Prestó atención a las palabras de Kazuma cuando describía el suplemento, parecía ser que realmente estaba repleto de información de calidad.
Supongo que no se podría esperar menos por parte de los organizadores del evento... desde luego debe ser información bastante reservada.
Es decir, cualquiera que hubiese estado ahí podría decirle a sus amigos que un ninja de la aldea de la vuelta de su casa le tiro un tiburón de agua a las piernas... pero solo alguien que sabe del tema sabría explicar por que hizo eso exactamente. Acto seguido el objeto sería sellado y transportado por la superficie de la mesa hacía el lado que ocupaba el shinobi de Amegakure.
Agradezco que comparta esta información con mi persona, Ishimura-dono. Será solo un momento.
Agachó ligeramente la cabeza realizando una pequeña reverencia a modo de agradecimiento por aquel gesto, seguidamente tomaría delicadamente el suplemento.
No tenía mucho tiempo por cuestiones de etiqueta, no sería cortés quedarse en completo silencio y haciendo caso omiso a aquellas personas que amablemente lo habían invitado a tomar un postre mientras él se quedaba leyendo como una estatua. Priorizó ante todo saber los nombres de aquellos participantes shinobi y kunoichi que formaban parte de su aldea, de esa forma podría llegar a entrevistarlos en ocasiones futuras.
Parece que la gran final del torneo será un combate entre dos kunoichi, una de vuestra aldea y otra de la mía.
Comentó mientras cerraba y posteriormente deslizaba sobre la mesa aquella información de vuelta a su dueño. Se había tomado un minuto o dos para encontrar lo que buscaba.
¿Suplemento? No estaba al tanto de eso...
Pensaba el joven médico, hubiese sido una buena idea poder haber llegado a conseguir uno para su persona con un poco de anterioridad. Naomi haría aparecer en escena aquella documentación tan preciada para Mogura en aquel instante, sus ojos no podrían despegarse del pseudo periódico a causa de la curiosidad.
Prestó atención a las palabras de Kazuma cuando describía el suplemento, parecía ser que realmente estaba repleto de información de calidad.
Supongo que no se podría esperar menos por parte de los organizadores del evento... desde luego debe ser información bastante reservada.
Es decir, cualquiera que hubiese estado ahí podría decirle a sus amigos que un ninja de la aldea de la vuelta de su casa le tiro un tiburón de agua a las piernas... pero solo alguien que sabe del tema sabría explicar por que hizo eso exactamente. Acto seguido el objeto sería sellado y transportado por la superficie de la mesa hacía el lado que ocupaba el shinobi de Amegakure.
Agradezco que comparta esta información con mi persona, Ishimura-dono. Será solo un momento.
Agachó ligeramente la cabeza realizando una pequeña reverencia a modo de agradecimiento por aquel gesto, seguidamente tomaría delicadamente el suplemento.
No tenía mucho tiempo por cuestiones de etiqueta, no sería cortés quedarse en completo silencio y haciendo caso omiso a aquellas personas que amablemente lo habían invitado a tomar un postre mientras él se quedaba leyendo como una estatua. Priorizó ante todo saber los nombres de aquellos participantes shinobi y kunoichi que formaban parte de su aldea, de esa forma podría llegar a entrevistarlos en ocasiones futuras.
Parece que la gran final del torneo será un combate entre dos kunoichi, una de vuestra aldea y otra de la mía.
Comentó mientras cerraba y posteriormente deslizaba sobre la mesa aquella información de vuelta a su dueño. Se había tomado un minuto o dos para encontrar lo que buscaba.