22/05/2015, 16:47
Al parecer, con su nombre completo pareció conseguir que Kota le recordarse, al menos un poco. No mencionó muchos más detalles así que supuso que lo recordaba de vista y poco más.
Escuchó con atención a Kota, que al parecer explico que no eran suyos, eran todos de su madre. También que le había mandado a donarlos a la biblioteca, no a devolverlos, como había pensado. Ahora tenía mucho más sentido, les faltaría espacio entre tanto libro y su madre habría decidido dejarlos en buen lugar.
— Ahh, ya veo — comentó, sonriendo mientras se preguntaba como no se le había podido ocurrir — Tu madre tiene mis respetos, parece una gran colección...
No es que Juro fuese la típica persona que se pasara horas y horas leyendo, pero muchas veces, cuando estaba agotado después del entrenamiento, o de un mal día, a veces agradecía poder leer un rato para despejarse.
Pero no todo terminó ahí. Kota, al parecer se había percatado de que tenía algo de afinidad por la lectura, e incluso le propuso ver el interior de la maleta, para ver si algún libro le gustaba. Juro no supo que decir en ese momento, pero supuso que, ya que iba a darlos a la biblioteca, tampoco era un regalo en la estricta palabra , así que podría aceptarlo.
— Claro, gracias — comentó, alegremente, haciendo un amago de acercarse a la maleta, antes de detenerse — Pero...¿Aqui? ¿En medio de la calle?
Vale, no es que pasase mucha gente, pero al marionetista le parecía extraño. De cualquier manera, esperó para ver la respuesta de Kota antes de ver nada, aun eran sus libros al fin y al cabo.
Escuchó con atención a Kota, que al parecer explico que no eran suyos, eran todos de su madre. También que le había mandado a donarlos a la biblioteca, no a devolverlos, como había pensado. Ahora tenía mucho más sentido, les faltaría espacio entre tanto libro y su madre habría decidido dejarlos en buen lugar.
— Ahh, ya veo — comentó, sonriendo mientras se preguntaba como no se le había podido ocurrir — Tu madre tiene mis respetos, parece una gran colección...
No es que Juro fuese la típica persona que se pasara horas y horas leyendo, pero muchas veces, cuando estaba agotado después del entrenamiento, o de un mal día, a veces agradecía poder leer un rato para despejarse.
Pero no todo terminó ahí. Kota, al parecer se había percatado de que tenía algo de afinidad por la lectura, e incluso le propuso ver el interior de la maleta, para ver si algún libro le gustaba. Juro no supo que decir en ese momento, pero supuso que, ya que iba a darlos a la biblioteca, tampoco era un regalo en la estricta palabra , así que podría aceptarlo.
— Claro, gracias — comentó, alegremente, haciendo un amago de acercarse a la maleta, antes de detenerse — Pero...¿Aqui? ¿En medio de la calle?
Vale, no es que pasase mucha gente, pero al marionetista le parecía extraño. De cualquier manera, esperó para ver la respuesta de Kota antes de ver nada, aun eran sus libros al fin y al cabo.
Hablo / Pienso
Avatar hecho por la increible Eri-sama.
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Sellos implantados: Hermandad intrepida
- Juro y Datsue : Aliento nevado, 218. Poder:60