22/08/2016, 21:25
Kazuma parecía haber entendido mejor lo que trataba de decir que su guardiana, la naturalidad de sus trabajos eran diferentes a fin de cuentas.
Exactamente, la fuerza de lo desconocido y lo oculto.
Asintió levemente con la cabeza junto a sus palabras. Parecía que el joven Ishimura tenía una serie de gente a su alrededor que lo tenía en estima y se preocupaban por él, al menos lo suficiente como para compartirle palabras de sabiduría e incluso cuidarle las espaldas.
Al escuchar las palabras de la guardiana del shinobi su atención y mirada se desviaron en su dirección. Un ejemplo bastante sencillo se le ocurrió casi al instante y no dudo en compartirlo.
Piénselo de esta manera, Naomi-dono. En estos momentos puede que ustedes sepan mejor a Aotsuki Ayame que yo, y es una kunoichi de Amegakure.
Era algo obvio pero que no estaba de más señalar, a fin de cuentas gracias a aquel suplemento informativo habría una precisa crónica sobre los combates que habría tenido la muchacha hasta llegar a la final.
Sin embargo... que todos sepan de tus habilidades y sepan que tan fuerte eres, puede resultar una ventaja.
Tomó nuevamente la palabra pero esta vez sin que le consultaran su opinión sobre el tema.
Uno desde joven aprende que el fuego quema, y desde entonces tiene cuidado de no acercar sus manos a la llama. Eso aplica de forma muy similar a los grandes shinobi de la historia. ¿Quién en su sano juicio intentaría pelear contra un Kage sabiendo de lo que podría ser capaz?
Preguntó de forma general, simplemente dejó la pregunta servida sobre la mesa. No esperaba tampoco una respuesta directa a eso, sino mas bien quería plantear el significado de la intimidación que generaba el prestigio de ser coronado como uno de los ninja mas poderosos de cualquiera sea la aldea.
Exactamente, la fuerza de lo desconocido y lo oculto.
Asintió levemente con la cabeza junto a sus palabras. Parecía que el joven Ishimura tenía una serie de gente a su alrededor que lo tenía en estima y se preocupaban por él, al menos lo suficiente como para compartirle palabras de sabiduría e incluso cuidarle las espaldas.
Al escuchar las palabras de la guardiana del shinobi su atención y mirada se desviaron en su dirección. Un ejemplo bastante sencillo se le ocurrió casi al instante y no dudo en compartirlo.
Piénselo de esta manera, Naomi-dono. En estos momentos puede que ustedes sepan mejor a Aotsuki Ayame que yo, y es una kunoichi de Amegakure.
Era algo obvio pero que no estaba de más señalar, a fin de cuentas gracias a aquel suplemento informativo habría una precisa crónica sobre los combates que habría tenido la muchacha hasta llegar a la final.
Sin embargo... que todos sepan de tus habilidades y sepan que tan fuerte eres, puede resultar una ventaja.
Tomó nuevamente la palabra pero esta vez sin que le consultaran su opinión sobre el tema.
Uno desde joven aprende que el fuego quema, y desde entonces tiene cuidado de no acercar sus manos a la llama. Eso aplica de forma muy similar a los grandes shinobi de la historia. ¿Quién en su sano juicio intentaría pelear contra un Kage sabiendo de lo que podría ser capaz?
Preguntó de forma general, simplemente dejó la pregunta servida sobre la mesa. No esperaba tampoco una respuesta directa a eso, sino mas bien quería plantear el significado de la intimidación que generaba el prestigio de ser coronado como uno de los ninja mas poderosos de cualquiera sea la aldea.