24/08/2016, 17:02
El día del encuentro había llegado, un encuentro que por algunas razones habría sido postergado algo así como dos semanas desde la ultima vez que se habían visto. La excusa para que sus caminos coincidieran ese día no sería ni mas ni menos que un entrenamiento, posiblemente entre amigos no sería tan necesaria una razón para verse y charlar un rato, pero también eran shinobi y no tenían tanto tiempo para perderlo en ocio.
Por supuesto que llovía ese día, a fin de cuentas era Amegakure, y por esa razón Mogura se encontraba debajo de su paraguas de pie delante de la entrada del imponente Torreón. Vestía con normalidad su atuendo típico, aquel día con mas razón aun ya que era un entrenamiento y precisaría la movilidad de la tela que usaba en sus pantalones y camiseta, el chaleco seguía siendo un ornamento pues era un simple genin todavía. Cruzado en los hombros cargaba un pequeño morral, ahí dentro guardaba algo para comer después de terminar con lo que había venido a hacer.
Parece que llegue un par de minutos antes...
A unas casas de distancia se podía ver un reloj digital de un pequeño negocio que marcaba una hora, una de las tantas señales de lo avanzada que era la aldea en lo que a tecnología se trataba. Era relativamente temprano, faltaban un par de horas para que sea medio día.
Es un día bastante agradable para entrenar
Asomó una de sus manos fuera del paraguas para sentir el agua de la lluvia a la vez que delineaba una mueca en su rostro que podría llegar a pasar como una sonrisa, la lluvia de verano era algo que podía tolerar mejor ya que no era la fría agua de invierno sino una con un poco mas de temperatura y aunque no llegaba a ser agua tibia, estaba bien.
Por supuesto que llovía ese día, a fin de cuentas era Amegakure, y por esa razón Mogura se encontraba debajo de su paraguas de pie delante de la entrada del imponente Torreón. Vestía con normalidad su atuendo típico, aquel día con mas razón aun ya que era un entrenamiento y precisaría la movilidad de la tela que usaba en sus pantalones y camiseta, el chaleco seguía siendo un ornamento pues era un simple genin todavía. Cruzado en los hombros cargaba un pequeño morral, ahí dentro guardaba algo para comer después de terminar con lo que había venido a hacer.
Parece que llegue un par de minutos antes...
A unas casas de distancia se podía ver un reloj digital de un pequeño negocio que marcaba una hora, una de las tantas señales de lo avanzada que era la aldea en lo que a tecnología se trataba. Era relativamente temprano, faltaban un par de horas para que sea medio día.
Es un día bastante agradable para entrenar
Asomó una de sus manos fuera del paraguas para sentir el agua de la lluvia a la vez que delineaba una mueca en su rostro que podría llegar a pasar como una sonrisa, la lluvia de verano era algo que podía tolerar mejor ya que no era la fría agua de invierno sino una con un poco mas de temperatura y aunque no llegaba a ser agua tibia, estaba bien.