29/08/2016, 07:11
Hazegawa se había relajado un poco, con unos pantalones nuevos y sin agujeros se sentía más en confianza, así no pensarían que podría ser un pervertido aunque seguía aquella peliblanco al acecho, había caído en cuentas de que si quería recuperar la maleta de Hana, comportarse manera inmadura no le resultaría lo mejor, quizás doblegar su orgullo y pedir una disculpar sincera arreglaría el asunto, y así le evitaría una horrible muerte, ya se veía ardiendo en llamas.
—Sí, que suerte la mía…— Dijo entrecerrando los ojos, mientras las miraba a ambas, dando un sorbo a su bebida, tragando lentamente deleitándose con aquello que no sabía para nada mal, dándole un par de sorbitos.
— Aunque, no habrían sido problema esos tres truhanes…ya tenía ubicados sus puntos de chakra, los habría sellado y luego, unas pataditas y a la calle…—Dije confiado, como si aquello hubiese sido de chiste.
— Supongo…que debería pediros una disculpa por lo ocurrido hace poco…muy astuto lo del anciano — Dijo relajándose un poco en puf donde yacía sentado— Ya decía yo que ese vejestorio era raro…—,penso sin quitarle el ojo de encima a la joven peliblanco que después de todo, no se había dado la oportunidad de detallarla por completo, ahora que caía en cuentas se miró las palmas de sus manos y recordó, que el había caído justo encima de ella, que había tocado aquel par tan suave…y no pudo evitar sonrojarse un poco al respecto.
— Oh, entonces si os conocéis… — Dijo la joven, echando mano a su bebida alternando la mirada entre ambos, sonriendo un poco.
—Sí, que suerte la mía…— Dijo entrecerrando los ojos, mientras las miraba a ambas, dando un sorbo a su bebida, tragando lentamente deleitándose con aquello que no sabía para nada mal, dándole un par de sorbitos.
— Aunque, no habrían sido problema esos tres truhanes…ya tenía ubicados sus puntos de chakra, los habría sellado y luego, unas pataditas y a la calle…—Dije confiado, como si aquello hubiese sido de chiste.
— Supongo…que debería pediros una disculpa por lo ocurrido hace poco…muy astuto lo del anciano — Dijo relajándose un poco en puf donde yacía sentado— Ya decía yo que ese vejestorio era raro…—,penso sin quitarle el ojo de encima a la joven peliblanco que después de todo, no se había dado la oportunidad de detallarla por completo, ahora que caía en cuentas se miró las palmas de sus manos y recordó, que el había caído justo encima de ella, que había tocado aquel par tan suave…y no pudo evitar sonrojarse un poco al respecto.
— Oh, entonces si os conocéis… — Dijo la joven, echando mano a su bebida alternando la mirada entre ambos, sonriendo un poco.