29/08/2016, 13:57
—Anzu-chan, ¿todo en orden?
La voz de Tatsuya sacó a la Yotsuki de sus cavilaciones. El shinobi parecía tan tranquilo y calmado como siempre, con aquella expresión en su rostro que transmitía la firmeza del hierro. Anzu se preguntó entonces si habría algo que de verdad pudiera alterar aquel aplomo tan sensacional que caracterizaba a su compañero.
—Sí, Tatsuya-san, ¡hacen falta algo más que una organización secreta caza-bijuus y un psicópata maníaco para inquietarme! —respondió, tratando de parecer tan segura de sí misma y jovial como siempre. Lo cierto era que no lo estaba—. Todo esto es muy raro, pero meh, estoy segura de que Yubiwa-sama pondrá las cosas en orden. Es el Kawakage, al fin y al cabo, el ninja más poderoso de todo Oonindo, ¿no?
Anzu había recibido una educación marcial muy estricta de parte de su maestro, de modo que nunca se había planteado que en todo el Continente Ninja hubiese alguien más fuerte, sabio o inteligente que Senju Yubiwa. Sin embargo, a la luz de los acontecimientos de hacía un año, y después de muchas de las vivencias que había tenido viajando por Oonindo, aquel firme convencimiento había empezado a resquebrajarse como las columnas de un viejo templo. Aunque fuese tímidamente.
—Bueno, creo que aquí se separan nuestros caminos... Al menos por ahora, Tatsuya-san —dijo la Yotsuki, ofreciéndole su mano derecha, repleta de quemaduras, en señal de despedida—. Debo volver a mis entrenamientos, ¡no hay tiempo que perder!
La voz de Tatsuya sacó a la Yotsuki de sus cavilaciones. El shinobi parecía tan tranquilo y calmado como siempre, con aquella expresión en su rostro que transmitía la firmeza del hierro. Anzu se preguntó entonces si habría algo que de verdad pudiera alterar aquel aplomo tan sensacional que caracterizaba a su compañero.
—Sí, Tatsuya-san, ¡hacen falta algo más que una organización secreta caza-bijuus y un psicópata maníaco para inquietarme! —respondió, tratando de parecer tan segura de sí misma y jovial como siempre. Lo cierto era que no lo estaba—. Todo esto es muy raro, pero meh, estoy segura de que Yubiwa-sama pondrá las cosas en orden. Es el Kawakage, al fin y al cabo, el ninja más poderoso de todo Oonindo, ¿no?
Anzu había recibido una educación marcial muy estricta de parte de su maestro, de modo que nunca se había planteado que en todo el Continente Ninja hubiese alguien más fuerte, sabio o inteligente que Senju Yubiwa. Sin embargo, a la luz de los acontecimientos de hacía un año, y después de muchas de las vivencias que había tenido viajando por Oonindo, aquel firme convencimiento había empezado a resquebrajarse como las columnas de un viejo templo. Aunque fuese tímidamente.
—Bueno, creo que aquí se separan nuestros caminos... Al menos por ahora, Tatsuya-san —dijo la Yotsuki, ofreciéndole su mano derecha, repleta de quemaduras, en señal de despedida—. Debo volver a mis entrenamientos, ¡no hay tiempo que perder!