30/08/2016, 03:05
No se podía esperar menos de la joven Sarutobi, aquel piso no le sería ni por asomo desconocido. La peliblanco clamaba haber pasado varias veces por ese lugar y con confianza aseguro que no estaba ubicado en el séptimo piso sino que el destino era el sexto. En su rostro se delineo una sonrisa, no pudo evitar imaginarse a la kunoichi entrenar con aquella intensidad que le había comentado en alguna ocasión mientras él aun terminaba su ultimo año en la academia.
Su expresión cambio un poco al escuchar la respuesta a su idea planteada, como si hubiese dicho algo fuera de lugar o habría hecho tontería.
Me siento como uno de esos conspiranoicos que no paran de decir burradas sobre los misterios de Juego de kages...
Se llevó una mano hacía el rostro e intento cubrirse ligeramente aunque no era una tarea sencilla y se notó rápidamente el efecto de la reacción de la muchacha, contagiado por la risa no le quedo otra que admitir su parte de la culpa.
Oh... intentar leer la mente de la gente no es lo mio ¿no?
Al seguir avanzando llegaron a un punto donde tenia dos opciones para seguir su camino, tomar el ascensor o bien subir las escaleras, seis pisos sin duda alguna iban a ser una perdida de tiempo subirlos por unas escaleras. Para ese entonces el joven médico ya habría cerrado el paraguas pues ya no era necesario protegerse de la lluvia.
Sería un buen entrenamiento pero no venimos a hacer ese tipo de entrenamiento.
El ascensor sería la opción de los ocupados genin. Katomi diría entonces que en piso 7 se encontraban los tocones donde se acostumbraba a pulir el equilibrio saltando de tocón en tocón. Mogura lo recordaba bien, casi se partía la nariz la primera vez que estuvo ahí, se limitó de todas formas a asentir con la cabeza.
Que no te quepa la menor duda, confió plenamente en ti.
Dio un par de pasos con una sonrisa en el rostro para colocarse junto a la kunoichi y pronunciaría entonces esas palabras. No iba a mentirle ni nada por el estilo, el Manase lo sentía de esa manera después de todo.
Su expresión cambio un poco al escuchar la respuesta a su idea planteada, como si hubiese dicho algo fuera de lugar o habría hecho tontería.
Me siento como uno de esos conspiranoicos que no paran de decir burradas sobre los misterios de Juego de kages...
Se llevó una mano hacía el rostro e intento cubrirse ligeramente aunque no era una tarea sencilla y se notó rápidamente el efecto de la reacción de la muchacha, contagiado por la risa no le quedo otra que admitir su parte de la culpa.
Oh... intentar leer la mente de la gente no es lo mio ¿no?
Al seguir avanzando llegaron a un punto donde tenia dos opciones para seguir su camino, tomar el ascensor o bien subir las escaleras, seis pisos sin duda alguna iban a ser una perdida de tiempo subirlos por unas escaleras. Para ese entonces el joven médico ya habría cerrado el paraguas pues ya no era necesario protegerse de la lluvia.
Sería un buen entrenamiento pero no venimos a hacer ese tipo de entrenamiento.
El ascensor sería la opción de los ocupados genin. Katomi diría entonces que en piso 7 se encontraban los tocones donde se acostumbraba a pulir el equilibrio saltando de tocón en tocón. Mogura lo recordaba bien, casi se partía la nariz la primera vez que estuvo ahí, se limitó de todas formas a asentir con la cabeza.
Que no te quepa la menor duda, confió plenamente en ti.
Dio un par de pasos con una sonrisa en el rostro para colocarse junto a la kunoichi y pronunciaría entonces esas palabras. No iba a mentirle ni nada por el estilo, el Manase lo sentía de esa manera después de todo.