31/08/2016, 15:48
El viaje en el ascensor continuaba, a un ritmo envidiable si lo comparaban a lo que podían llegar a tardar por las escaleras. De hecho, la primera vez que la chica fue por ellas, tardó al menos un par de horas en avanzar hasta el tercer piso. Pero también cabe destacar que cuando avanzas por las escaleras, te ves obligado a pasar las pruebas del piso para poder seguir avanzando al siguiente piso. Ése pequeño gran detalle marcaba la diferencia, y demoraba mucho el viaje.
Entre tanto, Mogura pareció tomarse con ánimo la broma. De hecho, hasta puso de su parte para continuarla. Añadió que desde hacía cerca de 20 años no se veía una lluvia igual, que era realmente fantástica. En fin, el detalle de catalogarla como la mejor desde hacía tanto, quizás era pasarse. Sin embargo, la chica no pudo evitar reír con las tonterías que estaban soltando.
—Jajajaja.... si, hacía tiempo que no se veía una igual.
Casi a mitad del recorrido, dejaron de lado el tema de conversación tan convencional, y el chico se lanzó a preguntar por el cumpleaños de la princesa dragón. La chica sonrió ante la repetición de su nuevo apodo, y se llevó una mano a la nuca. —La verdad es que no suelo celebrarlo. Fue hace un par de meses, en pleno verano.
» Y no, no te voy a decir mi edad... jajajaja.— Espetó mientras alzaba el índice, en una clara pose de victoria. Mientras decía ésto, terminaron por llegar hasta el piso número seis. Al fin habían llegado al sitio, y no se veían obligados a soltar mas tonterías en ese habitáculo.
—Bueno... hemos llegado.— Inquirió a la par que las puertas se abrían.
Entre tanto, Mogura pareció tomarse con ánimo la broma. De hecho, hasta puso de su parte para continuarla. Añadió que desde hacía cerca de 20 años no se veía una lluvia igual, que era realmente fantástica. En fin, el detalle de catalogarla como la mejor desde hacía tanto, quizás era pasarse. Sin embargo, la chica no pudo evitar reír con las tonterías que estaban soltando.
—Jajajaja.... si, hacía tiempo que no se veía una igual.
Casi a mitad del recorrido, dejaron de lado el tema de conversación tan convencional, y el chico se lanzó a preguntar por el cumpleaños de la princesa dragón. La chica sonrió ante la repetición de su nuevo apodo, y se llevó una mano a la nuca. —La verdad es que no suelo celebrarlo. Fue hace un par de meses, en pleno verano.
» Y no, no te voy a decir mi edad... jajajaja.— Espetó mientras alzaba el índice, en una clara pose de victoria. Mientras decía ésto, terminaron por llegar hasta el piso número seis. Al fin habían llegado al sitio, y no se veían obligados a soltar mas tonterías en ese habitáculo.
—Bueno... hemos llegado.— Inquirió a la par que las puertas se abrían.