2/09/2016, 22:28
Después de la gran comilona en Ushi, decidí que la mejor forma de compensar la brutal cantidad de calorías que ingerí sin reparos, sería paseando un poco por el Bosque de la Hoja. Era un lugar interesante a la par de extenso. Aún no viajé mucho que dijéramos por el País de la Hierba, pero por lo que oí, el Bosque de la Hoja era también un gran y denso bosque.
Bueno, veamos a ver...Seguiré los caminos de tierra y leeré las indicaciones que no me quiero perder...
Y así lo hice, el bosque era frondoso y no me atrevía cruzar campo a través. Lo más seguro y sensato era seguir el camino y ver si los postes de indicación ofrecían la posibilidad de visitar alguna que otra cosa.
Maldita sea, llevaba ya un rato siguiendo aquel dichoso camino polvoriento en donde se veía que hacía tiempo nadie pasaba por allí. Únicamente en compañía del cantar de los pájaros y el gruñido de algún que otro animal salvaje.
Creo que me encuentro un poco mal, creo que se me ha indigestado un poco la comida...
La caminata se volvió una verdadera penitencia en vida, unos desagradables retortijones empezaron a retorcer mi delicado estómago. Ayy...ayyyy -Ayyyyyy.... El dolor era insufrible y quedaba más que claro cual iba a ser el desenlace. Tenía que dejar que la naturaleza siguiera su curso, es decir, todo lo que entra, tenía que salir.
Menos mal que un bosque puede ser un buen retrete...
Me vi obligado a abandonar el camino y hacer aguas mayores entre la maleza, pues con lo suertudo que era, seguro que en un momento tan intimo como era plantar un pino, alguien aparecería con el bochorno que eso supondría.
-Prrrt. Un sonoro y oloroso pedete salió violentamente.
Ahora me encuentro mucho mejor, tenía que deshacerme de un montón de lastre...parece una boñiga de oso como poco...Dios...
Cuando me coloqué mi vestimenta adecuadamente y alcé la mirada, vi que a unos pocos metros hacía el noroeste había un extraño claro. Ostras, ¿Que será eso? Aprovechando que estaba allí decidí echar un vistazo. ¿Pero dónde estoy? Al cruzar me encontré con un inmenso cráter, y se podía apreciar restos de antiguas edificaciones que me intrigaron enormemente.
-Pero...pero...¿Dónde estoy? Repetí ésta vez en voz alta, atónito.
Bueno, veamos a ver...Seguiré los caminos de tierra y leeré las indicaciones que no me quiero perder...
Y así lo hice, el bosque era frondoso y no me atrevía cruzar campo a través. Lo más seguro y sensato era seguir el camino y ver si los postes de indicación ofrecían la posibilidad de visitar alguna que otra cosa.
Maldita sea, llevaba ya un rato siguiendo aquel dichoso camino polvoriento en donde se veía que hacía tiempo nadie pasaba por allí. Únicamente en compañía del cantar de los pájaros y el gruñido de algún que otro animal salvaje.
Creo que me encuentro un poco mal, creo que se me ha indigestado un poco la comida...
La caminata se volvió una verdadera penitencia en vida, unos desagradables retortijones empezaron a retorcer mi delicado estómago. Ayy...ayyyy -Ayyyyyy.... El dolor era insufrible y quedaba más que claro cual iba a ser el desenlace. Tenía que dejar que la naturaleza siguiera su curso, es decir, todo lo que entra, tenía que salir.
Menos mal que un bosque puede ser un buen retrete...
Me vi obligado a abandonar el camino y hacer aguas mayores entre la maleza, pues con lo suertudo que era, seguro que en un momento tan intimo como era plantar un pino, alguien aparecería con el bochorno que eso supondría.
-Prrrt. Un sonoro y oloroso pedete salió violentamente.
Ahora me encuentro mucho mejor, tenía que deshacerme de un montón de lastre...parece una boñiga de oso como poco...Dios...
Cuando me coloqué mi vestimenta adecuadamente y alcé la mirada, vi que a unos pocos metros hacía el noroeste había un extraño claro. Ostras, ¿Que será eso? Aprovechando que estaba allí decidí echar un vistazo. ¿Pero dónde estoy? Al cruzar me encontré con un inmenso cráter, y se podía apreciar restos de antiguas edificaciones que me intrigaron enormemente.
-Pero...pero...¿Dónde estoy? Repetí ésta vez en voz alta, atónito.