3/09/2016, 16:35
Otra ciudad arrasada era sin duda, una que llevaba desbastada muuuuuuuuchos años por lo que se podía apreciar. Pasto del olvido, la visión era inquietante. Solo deseaba imaginar que cuando sucedió esto, todos los ciudadanos hubieran tenido tiempo de evacuar sus hogares...
Y seguro que esta debacle sucedió por la codicia de un o unos desalmados
La vida era horrible y siempre tenía un denominador común, el ser humano. No lo quería creer pero estaba claro que el poder corrompe sí o sí. Aunque yo me prometía una y otra vez a mí mismo, que si algún día alcanzara algo de poder, haría lo imposible para no sucumbir...Sonaba fácil al decirle, solo esperaba que fuera igual de sencillo llevarlo a la práctica.
Quedé un rato pensando de que ciudad o población se podía tratar, con el dolor de tripa recién pasado y lo asombroso del paisaje me quedé en blanco por completo. Pero de repente escuché un tremendo ¡KATAPLOF! Y de forma involuntaria me giré de inmediato al origen del ruido, que por cierto bien cerca estaba, por no decir que al lado.
¡OSTIAS! Para darme un infarto... Joder sí, me dí un susto de espanto. Con lo tranquilo que estaba inmerso en mis pensamientos y de repente...de repente cayó una chica del cielo. No, no espera...era una Kunoichi de Uzu, joder, definitivamente los Shinobis de Uzu llueven del cielo, como ese tal Yota.
-!Ostras¡ Exclamé con voz jocosa. -¿Siempre llueven shinobis de Uzu? Quiero decir... ¿Es costumbre? por lo menos el último aterrizó con las dos piernas.
Se trataba de una kunoichi si, tenía su Hitai-ate en su frente. Era una niña bastante mona con el pelo verde azulado y una túnica molona que era también azulada. Se notaba que tenía estilo.
Después de examinarla y de soltar mi anterior comentario, me apresuré por ayudar a que se incorporara ofreciendo mi brazo con gentileza. -Hola Kunoichi de Uzu...¿Estás bien? Perdona el comentario de antes, pero es que es verdad...
Y seguro que esta debacle sucedió por la codicia de un o unos desalmados
La vida era horrible y siempre tenía un denominador común, el ser humano. No lo quería creer pero estaba claro que el poder corrompe sí o sí. Aunque yo me prometía una y otra vez a mí mismo, que si algún día alcanzara algo de poder, haría lo imposible para no sucumbir...Sonaba fácil al decirle, solo esperaba que fuera igual de sencillo llevarlo a la práctica.
Quedé un rato pensando de que ciudad o población se podía tratar, con el dolor de tripa recién pasado y lo asombroso del paisaje me quedé en blanco por completo. Pero de repente escuché un tremendo ¡KATAPLOF! Y de forma involuntaria me giré de inmediato al origen del ruido, que por cierto bien cerca estaba, por no decir que al lado.
¡OSTIAS! Para darme un infarto... Joder sí, me dí un susto de espanto. Con lo tranquilo que estaba inmerso en mis pensamientos y de repente...de repente cayó una chica del cielo. No, no espera...era una Kunoichi de Uzu, joder, definitivamente los Shinobis de Uzu llueven del cielo, como ese tal Yota.
-!Ostras¡ Exclamé con voz jocosa. -¿Siempre llueven shinobis de Uzu? Quiero decir... ¿Es costumbre? por lo menos el último aterrizó con las dos piernas.
Se trataba de una kunoichi si, tenía su Hitai-ate en su frente. Era una niña bastante mona con el pelo verde azulado y una túnica molona que era también azulada. Se notaba que tenía estilo.
Después de examinarla y de soltar mi anterior comentario, me apresuré por ayudar a que se incorporara ofreciendo mi brazo con gentileza. -Hola Kunoichi de Uzu...¿Estás bien? Perdona el comentario de antes, pero es que es verdad...