Tal y como ella misma quería, Mogura reafirmó que la confrontación sería en un todo contra todo. No sería justo si realmente se consideraban amigos que no lo hiciesen así; no había otra forma de mostrar la mutua confianza. En un enfrentamiento real, el enemigo no tendría compasión. ¿Cómo averiguar entonces los huecos y fallos a la hora de combatir? Exacto, hacerlo con un aliado.
La acometida de Katomi parecía absurda y previsible, y evidentemente así era. No era mas que una primera toma de contacto, quería ver hasta qué punto era fuerte Mogura; no iba a ponerse al 100% desde el inicio, había que hacer de ésto una escalada de fuerza. No sabía si realmente ella era mas fuerte, confiaba bastante en sus habilidades, pero eso no le aseguraba nada. Así pues, ni por ella ni por él, debía progresar gradualmente en la fuerza de sus ataques. Además de ir probandose a ella y a su rival, tampoco quería sobrepasarse y causar algún daño irreparable... el fuego, por muy buenas intenciones que se le ceda, suele causar estragos.
La peliblanca se lanzó con su puñetazo diestro directo al rostro del genin, sin titubeo alguno. Frente a ese ataque, Mogura reaccionó alzando en horizontal su brazo, desviando con ello el puñetazo de la chica hacia arriba. Obviamente, tras ello venía un claro contraataque. Mogura se había desplazado hacia la derecha, o su izquierda, según el punto de vista. La chica recogió enérgicamente el puño, a la vez que giraba para confrontar el golpe que se avecinaba. Encogió el vientre, preparándose para el posible golpe, y su diestra intentó cubrir el máximo posible de su mentón y lateral. No sabía realmente hacia donde apuntaría Mogura, así pues debía intentar defender el máximo posible. Pero no quedaría en solo eso. Según había ido aprendiendo a lo largo de su vida, la mejor defensa es un buen ataque. Sin pensarlo dos veces, a la vez que intentaba defender parte del rostro y costado, lanzó su zurda en un croché. El golpe iba directo de nuevo hacia el rostro del chico, aunque la trayectoria se vería algo desviada hacia abajo a causa del impacto recibido.
—Tsk!— Bramó la chica cuando el puño de Mogura impactó en el costado de su estómago. —Aaaahhh...
La chico tomó rápidamente un par de pasos hacia atrás, buscando la distancia entre ella y su oponente. Entre tanto, se llevó la diestra hacia rápidamente hacia el estómago. La verdad, le había dado de lleno en los abdominales. Menos mal que había hecho un esfuerzo en intentar endurecerlos antes del impacto, un golpe así sin esa acción de seguro la habría sacado del combate.
—Buen golpe... Mogura...
Rápidamente, la chica trató de elevar la guardia. Evidentemente, el golpe aún le traía su repercusión, se notaba desde lejos que la chica reposaba gran parte de su peso en el lateral derecho, afligida aún por la dolencia. Pero no por ello había acabado el combate, no señor. Ésto tan solo había comenzado.
Vida–
Chakra–
—Objetos:
* Ninguna AO *
La acometida de Katomi parecía absurda y previsible, y evidentemente así era. No era mas que una primera toma de contacto, quería ver hasta qué punto era fuerte Mogura; no iba a ponerse al 100% desde el inicio, había que hacer de ésto una escalada de fuerza. No sabía si realmente ella era mas fuerte, confiaba bastante en sus habilidades, pero eso no le aseguraba nada. Así pues, ni por ella ni por él, debía progresar gradualmente en la fuerza de sus ataques. Además de ir probandose a ella y a su rival, tampoco quería sobrepasarse y causar algún daño irreparable... el fuego, por muy buenas intenciones que se le ceda, suele causar estragos.
La peliblanca se lanzó con su puñetazo diestro directo al rostro del genin, sin titubeo alguno. Frente a ese ataque, Mogura reaccionó alzando en horizontal su brazo, desviando con ello el puñetazo de la chica hacia arriba. Obviamente, tras ello venía un claro contraataque. Mogura se había desplazado hacia la derecha, o su izquierda, según el punto de vista. La chica recogió enérgicamente el puño, a la vez que giraba para confrontar el golpe que se avecinaba. Encogió el vientre, preparándose para el posible golpe, y su diestra intentó cubrir el máximo posible de su mentón y lateral. No sabía realmente hacia donde apuntaría Mogura, así pues debía intentar defender el máximo posible. Pero no quedaría en solo eso. Según había ido aprendiendo a lo largo de su vida, la mejor defensa es un buen ataque. Sin pensarlo dos veces, a la vez que intentaba defender parte del rostro y costado, lanzó su zurda en un croché. El golpe iba directo de nuevo hacia el rostro del chico, aunque la trayectoria se vería algo desviada hacia abajo a causa del impacto recibido.
—Tsk!— Bramó la chica cuando el puño de Mogura impactó en el costado de su estómago. —Aaaahhh...
La chico tomó rápidamente un par de pasos hacia atrás, buscando la distancia entre ella y su oponente. Entre tanto, se llevó la diestra hacia rápidamente hacia el estómago. La verdad, le había dado de lleno en los abdominales. Menos mal que había hecho un esfuerzo en intentar endurecerlos antes del impacto, un golpe así sin esa acción de seguro la habría sacado del combate.
—Buen golpe... Mogura...
Rápidamente, la chica trató de elevar la guardia. Evidentemente, el golpe aún le traía su repercusión, se notaba desde lejos que la chica reposaba gran parte de su peso en el lateral derecho, afligida aún por la dolencia. Pero no por ello había acabado el combate, no señor. Ésto tan solo había comenzado.
Estado de Katomi
Vida
108/120
-12
–Chakra
150/150
0
–—Objetos:
- Bandana ninja [Cintura]
- Portaobjetos básico (2/10) [Muslo derecho]
- Kunai (2) [Portaobjetos]
* Ninguna AO *