19/09/2016, 11:42
— ¡Vaya! — Supe que la manera de decir aquello le llamaría la atención irremediablemente. Y su sorpresa me resultó muy divertida. — ¿Un tipo con suerte?
-Si, con muuucha suerte. Respondí alegre. ¿Te refieres a que todo, todo lo que haces está bien? —
¿Que todo lo que hago está bien? Puede ser...
-Pues es difícil de explicar, pues nunca he conocido el otro lado de la moneda, es decir, no he padecido nunca de mala suerte. Para que lo puedas entender, todo en la vida hasta el momento, me ha sido favorable, incluso en algunas situaciones...casi rozando lo absurdo e inverosímil que puedas llegar a imaginar...
Podría resultar una explicación un tanto ambigua, pero ahora mismo no era capaz de encontrar mejor manera de explicarle a Eri de que tipo de "suerte" estábamos hablando. Una suerte que resultaba como tener un millar de bendiciones, algo de lo que quizás, mucha gente no dudaría en un instante en querer poseer algo así.
Y bien, le entregué el dibujo a Eri y pareció que le agradó bastante. Algo que evocó en mí sensaciones muy positivas, tantas incluso que hasta por un instante quedé un poco confuso. La verdad que era muy gratificante aquello, pago más que suficiente por mi trabajo. Un bonito recuerdo que quedaría inmortalizado por muchos muchos años.
— Es... Es...No tengo palabras, Yoshi-san, es perfecto... Tienes un talento sin igual... —
Me llevé una mano a la cabeza de forma instintiva y amplia sonrisa le contesté. -El merito es solo tuyo Eri-chan, por ser lo más parecido a un ángel que he visto en toda mi vida Tantas emociones y sensaciones recorrían en mi interior, a las que no estaba para nada acostumbrado. Era un poco embarazoso e insólito para mí perder la compostura de esta manera, pero a veces, no podía evitar dejarme llevar. Quizás por mi faceta artística, estuviera más sensibilizado a aquello. Pero en cierto modo era algo agradable y muy cálido, algo que podía sentir como mi alma se veía enriquecida.
— ¡Muchas gracias!
- Gracias a tí. Contesté convencido. -Por darme la oportunidad de pintar algo tan bello...
Algunos podrían pensar que la beneficiada sería Eri por obtener aquel retrato. Pero si lugar a dudas, Yoshimitsu también ganó la oportunidad de dibujar algo que lo inspiró tanto, que le permitió dejarse llevar, pudiendo retratar no solo lo físico, sino también el interior, dar alma a un dibujo era algo muy importante en la vida de un sumijutsero que aspirara a alcanzar fama legendaria.
-¿Lo ves? He tenido una inmensa suerte de haberte conocido Mizumi Eri. Creo que esta vez ni si quiera mi fortuna podrá superar un día así. Dije serio pero con una gran sonrisa.
-Si, con muuucha suerte. Respondí alegre. ¿Te refieres a que todo, todo lo que haces está bien? —
¿Que todo lo que hago está bien? Puede ser...
-Pues es difícil de explicar, pues nunca he conocido el otro lado de la moneda, es decir, no he padecido nunca de mala suerte. Para que lo puedas entender, todo en la vida hasta el momento, me ha sido favorable, incluso en algunas situaciones...casi rozando lo absurdo e inverosímil que puedas llegar a imaginar...
Podría resultar una explicación un tanto ambigua, pero ahora mismo no era capaz de encontrar mejor manera de explicarle a Eri de que tipo de "suerte" estábamos hablando. Una suerte que resultaba como tener un millar de bendiciones, algo de lo que quizás, mucha gente no dudaría en un instante en querer poseer algo así.
Y bien, le entregué el dibujo a Eri y pareció que le agradó bastante. Algo que evocó en mí sensaciones muy positivas, tantas incluso que hasta por un instante quedé un poco confuso. La verdad que era muy gratificante aquello, pago más que suficiente por mi trabajo. Un bonito recuerdo que quedaría inmortalizado por muchos muchos años.
— Es... Es...No tengo palabras, Yoshi-san, es perfecto... Tienes un talento sin igual... —
Me llevé una mano a la cabeza de forma instintiva y amplia sonrisa le contesté. -El merito es solo tuyo Eri-chan, por ser lo más parecido a un ángel que he visto en toda mi vida Tantas emociones y sensaciones recorrían en mi interior, a las que no estaba para nada acostumbrado. Era un poco embarazoso e insólito para mí perder la compostura de esta manera, pero a veces, no podía evitar dejarme llevar. Quizás por mi faceta artística, estuviera más sensibilizado a aquello. Pero en cierto modo era algo agradable y muy cálido, algo que podía sentir como mi alma se veía enriquecida.
— ¡Muchas gracias!
- Gracias a tí. Contesté convencido. -Por darme la oportunidad de pintar algo tan bello...
Algunos podrían pensar que la beneficiada sería Eri por obtener aquel retrato. Pero si lugar a dudas, Yoshimitsu también ganó la oportunidad de dibujar algo que lo inspiró tanto, que le permitió dejarse llevar, pudiendo retratar no solo lo físico, sino también el interior, dar alma a un dibujo era algo muy importante en la vida de un sumijutsero que aspirara a alcanzar fama legendaria.
-¿Lo ves? He tenido una inmensa suerte de haberte conocido Mizumi Eri. Creo que esta vez ni si quiera mi fortuna podrá superar un día así. Dije serio pero con una gran sonrisa.