25/09/2016, 02:36
La pequeñaja tomó de un manotazo las tabi —Gracias— espetó bruscamente mientras las sacudía para quitarle la arena.
—Acababa de terminar de entrenar y estaba cansado. Solo estaba relajando un poco y me acosté— la respuesta del calvo era bastante consistente y tenía su lógica.
"Pues tiene sentido... aún así vaya susto me he llevado"
—¿Puedo hacer la misma pregunta? ¿Por que andas por aquí? No parece que te guste mucho el lugar.—
—Ni te imaginas cuanto odio la esta jodida ¡ARENA!— la joven sacudía las tabi violentamente pues no acababan de quedar del todo limpias —Puff...— se resignó por el momento, volviendo a colgarlas sobre su hombro —Me separé de mi senpai Koji en plena noche mientras cazábamos a unos osos que estaban dando problemas al pequeño pueblo de pescadores que hay más adelante— respondió la Uchiha —y como no sabía muy bien como volver, opte por la forma más sencilla: seguir la orilla del mar— echó una mirada al suelo —¡Y no sabes cuanto me arrepiento!— le pegó una patada llena de odio a la arena salpicando de nuevo al calvo —¡Ups! Eso ha sido sin querer— se disculpó la pequeñaja —Así que seguiré por este maldito infierno hasta que llegue al pueblo, allí esperaré a ese estúpido que tengo por senpai...— se apartó un mechón de cabello mojado que acababa de caer en su rostro por culpa del viento
—Acababa de terminar de entrenar y estaba cansado. Solo estaba relajando un poco y me acosté— la respuesta del calvo era bastante consistente y tenía su lógica.
"Pues tiene sentido... aún así vaya susto me he llevado"
—¿Puedo hacer la misma pregunta? ¿Por que andas por aquí? No parece que te guste mucho el lugar.—
—Ni te imaginas cuanto odio la esta jodida ¡ARENA!— la joven sacudía las tabi violentamente pues no acababan de quedar del todo limpias —Puff...— se resignó por el momento, volviendo a colgarlas sobre su hombro —Me separé de mi senpai Koji en plena noche mientras cazábamos a unos osos que estaban dando problemas al pequeño pueblo de pescadores que hay más adelante— respondió la Uchiha —y como no sabía muy bien como volver, opte por la forma más sencilla: seguir la orilla del mar— echó una mirada al suelo —¡Y no sabes cuanto me arrepiento!— le pegó una patada llena de odio a la arena salpicando de nuevo al calvo —¡Ups! Eso ha sido sin querer— se disculpó la pequeñaja —Así que seguiré por este maldito infierno hasta que llegue al pueblo, allí esperaré a ese estúpido que tengo por senpai...— se apartó un mechón de cabello mojado que acababa de caer en su rostro por culpa del viento