29/09/2016, 16:49
—No… —El cuerpo de Datsue retrocedió un paso de manera inconsciente al percatarse de su error—. No… puede ser. La Destructora de Mundos. La Come-Villas y Rompedora de Destinos… Ayame —Una gota de sudor cayó por su frente, disimulada entre las decenas de gotas de lluvia que caían sobre él—. Pero, se suponía que tú no eras… Que tú no eras la que…
El Uchiha cerró la boca nada más oír un grito desgarrador y aterrador proveniente de la jinchuuriki. Algo le decía que estaba enfadada. Muy enfadada. Una terrible emoción que últimamente parecía provocar en todas y cada una de las personas con las que se cruzaba.
—Antes de que… —…me lances dos JODIDOS shurikens, ¡joder! ¡Que llevo la bandera blanca! ¿¡Es que en este mundo ya no se respeta nada!?
Las estrellas metálicas recorrieron las decenas de metros que las separaban de su objetivo y pasaron por encima de Datsue, ya agachado. O, mejor dicho, hubiesen pasado por encima de éste si no se hubiesen separado a un metro a cada lado. El Uchiha había visto tantas veces aquella maniobra en los combates del Torneo que ni siquiera se paró a pensar si aquello era producto de la falta de puntería o, como se temía, por un fino hilo atado a ambos shurikens. Después de todo, estaba hablando de la Campeona del Torneo.
Aprovechando su posición naja, el Uchiha se plantó de rodillas y besó con la frente el suelo embarrado, en un claro gesto de sumisión.
—¡Ayame-chan! ¡Te lo ruego! ¡Ha sido un malentendido! ¡Déja que me explique antes de que te dejes llevar por las emociones y cometas alguna tontería! ¡COMO CUANDO KUSAGAKU…! —Datsue se detuvo de golpe. No porque pensase que hubiese ido demasiado lejos. No porque pensase que estaba rizando demasiado el rizo. Tan solo fue por una cuestión de lógica. Si los shurikens pasaron por encima de su cabeza y siguieron su trayectoria en línea recta…
… Se levantó de pronto y giró la cabeza hacia atrás, temeroso y ávido al mismo tiempo por ver con sus propios ojos lo que había pasado a sus espaldas…
El Uchiha cerró la boca nada más oír un grito desgarrador y aterrador proveniente de la jinchuuriki. Algo le decía que estaba enfadada. Muy enfadada. Una terrible emoción que últimamente parecía provocar en todas y cada una de las personas con las que se cruzaba.
—Antes de que… —…me lances dos JODIDOS shurikens, ¡joder! ¡Que llevo la bandera blanca! ¿¡Es que en este mundo ya no se respeta nada!?
Las estrellas metálicas recorrieron las decenas de metros que las separaban de su objetivo y pasaron por encima de Datsue, ya agachado. O, mejor dicho, hubiesen pasado por encima de éste si no se hubiesen separado a un metro a cada lado. El Uchiha había visto tantas veces aquella maniobra en los combates del Torneo que ni siquiera se paró a pensar si aquello era producto de la falta de puntería o, como se temía, por un fino hilo atado a ambos shurikens. Después de todo, estaba hablando de la Campeona del Torneo.
Aprovechando su posición naja, el Uchiha se plantó de rodillas y besó con la frente el suelo embarrado, en un claro gesto de sumisión.
—¡Ayame-chan! ¡Te lo ruego! ¡Ha sido un malentendido! ¡Déja que me explique antes de que te dejes llevar por las emociones y cometas alguna tontería! ¡COMO CUANDO KUSAGAKU…! —Datsue se detuvo de golpe. No porque pensase que hubiese ido demasiado lejos. No porque pensase que estaba rizando demasiado el rizo. Tan solo fue por una cuestión de lógica. Si los shurikens pasaron por encima de su cabeza y siguieron su trayectoria en línea recta…
… Se levantó de pronto y giró la cabeza hacia atrás, temeroso y ávido al mismo tiempo por ver con sus propios ojos lo que había pasado a sus espaldas…
¡Agradecimientos a Daruu por el dibujo de PJ y avatar tan OP! ¡Y a Reiji y Ayame por la firmaza! Si queréis una parecida, este es el lugar adecuado