2/10/2016, 12:51
(Última modificación: 2/10/2016, 12:51 por Amedama Daruu.)
—¡NO! —chilló la niña, y trató de cerrar la puerta de un portazo, pero Daruu interpuso el brazo por en medio con una fuerza que no debería ser la normal para una pequeña de su edad.
«¿Qué haría Zetsuo en esta situación?», caviló durante apenas un instante. Si tenía que trabajar para él, debía actuar como él. Era un ninja, y ese era su tra...
—Zetsuo-san, he traído a la chiquilla —anunció Daruu personándose de pronto en el salón. A sus hombros cargaba el cuerpo inconsciente de la muchacha, con un chichón muy resultón en la cabeza.
Subió a la tarima y la depositó al lado de él. Lo miró a los ojos y le dijo, cargado de culpa:
—Así seguro que no se escapa... ¿no?
En cierto modo, estaba buscando una confirmación de que había actuado correctamente, porque no lo tenía nada claro.
«¿Qué haría Zetsuo en esta situación?», caviló durante apenas un instante. Si tenía que trabajar para él, debía actuar como él. Era un ninja, y ese era su tra...
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—Zetsuo-san, he traído a la chiquilla —anunció Daruu personándose de pronto en el salón. A sus hombros cargaba el cuerpo inconsciente de la muchacha, con un chichón muy resultón en la cabeza.
Subió a la tarima y la depositó al lado de él. Lo miró a los ojos y le dijo, cargado de culpa:
—Así seguro que no se escapa... ¿no?
En cierto modo, estaba buscando una confirmación de que había actuado correctamente, porque no lo tenía nada claro.