6/10/2016, 21:04
La bola de fuego empezó a deslizarse sobre la arena en dirección a la sombra que yacía en el piso pero en cuanto se deshizo varios metros más adelante la arena estaba vacía y el hombre se había esfumado. Atónito Karamaru miraba la escena frente a él esperando que apareciese en el mismo lugar pero los segundos pasaron y comenzaba a entender que no lo haría, que simplemente no estaba allí.
«¡TOMOE!»
Ante la ausencia de su rival lo único en lo que podía pensar era en la niña, su compañera. La pudo ver correr sobre la arena, pasando de quejarse por caminar a casi volar por sobre ella, yendo a contrarrestar la ofensiva de los encapuchados. Desvió su recorrido para no enfrentarlos rápidamente, aunque poco se alejaba. Los atacantes eran más rápidos y la alcanzarían.
Frente a ellos Tomoe les lanzó arena y cómo fantasmas veloces desaparecieron y volvieron a aparecer, moviendose a una velocidad que solo podrían captar esos ojos más especiales y entrenados. Frente a ella los hombres de negro se hicieron más grandes, se habían acercado de golpe y tratarían de encestar un golpe doble.
Mientras las shuriken iban de regreso a la dueña para golpear las espaldas de los perseguidores uno de ellos lanzaba una patada en alto, al torso de la kunoichi, y el otro por debajo a los pies. Si podría captar el rápido movimiento que habían hecho podría tener una chance que ir hacia atrás y tratar de escapar de a poco de ellos.
«Debo ayudar...»
Karamaru comenzó a correr lo más rápido que pudo para tratar de ayudar y apoyar lo antes posible a la dama. El problema ahora era que los atacantes tenían el factor sorpresa de su tercer miembro y que Karamaru no sabía cuándo ni de dónde vendría ese ataque.
«¡TOMOE!»
Ante la ausencia de su rival lo único en lo que podía pensar era en la niña, su compañera. La pudo ver correr sobre la arena, pasando de quejarse por caminar a casi volar por sobre ella, yendo a contrarrestar la ofensiva de los encapuchados. Desvió su recorrido para no enfrentarlos rápidamente, aunque poco se alejaba. Los atacantes eran más rápidos y la alcanzarían.
Frente a ellos Tomoe les lanzó arena y cómo fantasmas veloces desaparecieron y volvieron a aparecer, moviendose a una velocidad que solo podrían captar esos ojos más especiales y entrenados. Frente a ella los hombres de negro se hicieron más grandes, se habían acercado de golpe y tratarían de encestar un golpe doble.
Mientras las shuriken iban de regreso a la dueña para golpear las espaldas de los perseguidores uno de ellos lanzaba una patada en alto, al torso de la kunoichi, y el otro por debajo a los pies. Si podría captar el rápido movimiento que habían hecho podría tener una chance que ir hacia atrás y tratar de escapar de a poco de ellos.
«Debo ayudar...»
Karamaru comenzó a correr lo más rápido que pudo para tratar de ayudar y apoyar lo antes posible a la dama. El problema ahora era que los atacantes tenían el factor sorpresa de su tercer miembro y que Karamaru no sabía cuándo ni de dónde vendría ese ataque.
"El miedo es el camino al lado oscuro. El miedo lleva a la ira, la ira al odio, el odio al sufrimiento, y el sufrimiento al lado oscuro"
-Maestro Yoda.
◘ Hablo ◘ Pienso ◘
-Maestro Yoda.
◘ Hablo ◘ Pienso ◘