7/10/2016, 19:32
El plan de la pequeñaja parecía haber dado sus frutos, todo estaba transcurriendo tal y como había supuesto o eso es lo que parecía hasta que los tipos se movieron a una velocidad a la que casi no pudo seguir con sus ojos actuales, hecho que la descolocó un poco.
"Mierda..." desde nuevos ángulos, sus oponentes lanzaban sus ataques, era imposible esquivarlos desde tan poca distancia y finalmente las dos patadas impactaron en el cuerpo de la kunoichi... para después estallar en una enorme nube de humo que tras dispersarse dejó ver un tronco de madera que se rompió en mil pedazos al recibir las dos patadas a la vez
"Esa podía haber sido yo..." pensó la críaja que había reaparecido a apenas unos metros a la izquierda de Karamaru "No puede ser... de donde demonios han salido estos tíos... casi no puedo seguirlos con la vista..." encontrarse en aquella situación la hacía sentirse totalmente frustrada "¿Cómo es posible que me superen de esta manera..." clavaba sus pequeños ojos violáceos en las dos figuras de negro, sin poder disimular lo molesta que se sentía ante todo lo que estaba pasando "Debe haber una manera de vencerlos, no puedo perder... soy demasiado buena para perder ante esta basura" apretó los puños con fuerza, tratando de recuperar la confianza que ahora mismo se tambaleaba "Son muy rápidos y aún así he estado apunto de darles... si es cierto, por muy rápidos que sean si puedo engañarlos no deberían de ser un problema" la joven miró a ambos lados buscando al tercero de ellos "Lo habrá derribado el calvito? No puede ser..." la sola idea era bastante humillante, que aquel calvo hubiese derrotado a uno y ella estuviese allí dudando de sí misma
—Oye Kara, ¿dónde esta el tuyo?— preguntó mientras sacaba un kunai del interior de su portaobjetos para poder empuñarlo como apoyo en su guardia
"Si Karamaru se ha cargado a uno, esto va a ser mucho más fácil de lo que pensaba... mira que dudar de mi misma..."
"Mierda..." desde nuevos ángulos, sus oponentes lanzaban sus ataques, era imposible esquivarlos desde tan poca distancia y finalmente las dos patadas impactaron en el cuerpo de la kunoichi... para después estallar en una enorme nube de humo que tras dispersarse dejó ver un tronco de madera que se rompió en mil pedazos al recibir las dos patadas a la vez
"Esa podía haber sido yo..." pensó la críaja que había reaparecido a apenas unos metros a la izquierda de Karamaru "No puede ser... de donde demonios han salido estos tíos... casi no puedo seguirlos con la vista..." encontrarse en aquella situación la hacía sentirse totalmente frustrada "¿Cómo es posible que me superen de esta manera..." clavaba sus pequeños ojos violáceos en las dos figuras de negro, sin poder disimular lo molesta que se sentía ante todo lo que estaba pasando "Debe haber una manera de vencerlos, no puedo perder... soy demasiado buena para perder ante esta basura" apretó los puños con fuerza, tratando de recuperar la confianza que ahora mismo se tambaleaba "Son muy rápidos y aún así he estado apunto de darles... si es cierto, por muy rápidos que sean si puedo engañarlos no deberían de ser un problema" la joven miró a ambos lados buscando al tercero de ellos "Lo habrá derribado el calvito? No puede ser..." la sola idea era bastante humillante, que aquel calvo hubiese derrotado a uno y ella estuviese allí dudando de sí misma
—Oye Kara, ¿dónde esta el tuyo?— preguntó mientras sacaba un kunai del interior de su portaobjetos para poder empuñarlo como apoyo en su guardia
"Si Karamaru se ha cargado a uno, esto va a ser mucho más fácil de lo que pensaba... mira que dudar de mi misma..."