10/10/2016, 04:14
Himoki parpadeo un poco ante la respuesta de la peliblanco, sin alcanzar a comprender todo lo que dijo después de todo no todos tenían negocios y debían publicitarlos, inclusive el ojiblanco tampoco le entendió del todo, ellos no entendían el mundo de los negocios pero tampoco eran tan iletrados en el asunto.
— Lamentablemente, no viajo mucho…bueno, no he viajado a otro sitio que no sea kuroshiro— Dijo la joven Himoki soltando una risilla ladeando la cabeza. — ¡Aquí tengo a mi abuelito y a los pandas! — Exclamo con aquella alegría desbordante que traía consigo.
— Veo estas muy pegada a tu familia…— Dijo el Hyuga, mirándole un poco raro por tanta emoción al decir aquello. — Yo cuento los días para poder largarme de donde vivo, y ser libre…de cierta forma. — Dijo con cierta amargura en sus palabras.
— ¡Ehm…Vamos! No puede ser tan malo, de seguro tuviste algún problema con vuestra madre antes de salir, esas cosas pasan mucho…— Dijo la joven sonriente, aligerando las palabras del ojiblanco.
— Mi madre falleció dándome a luz, nunca pude conocerla como tal…— Bajo un poco la cabeza, aquello era una de las cosas que le amargaban la vida, odiaba aquel hecho y no soñaba con otra cosa que poder cambiar ese hecho, daría lo que fuera por hacerlo pero no eran más que los desvaríos de su corazón.
— Me criaron mis tíos desde entonces, aunque mi abuelo fue el que se hizo cargo de mí, murió cuando yo era más joven, y me dejo con los hermanos de mi madre. — Haze se echó hacia atrás en el puff, estirando los brazos hacia los lados tras dar un sorbo a su bebida acabándosela.
— Y es un fastidio tener que estudiar esos tomos milenarios familiares, algún día cuando reclame el liderazgo de mi clan, cambiare los métodos y todo será como mi abuelo quería. — Dijo mirando el techo, para incorporarse nuevamente hacia el frente mirando al par.
— Pero eso no es importante….Yo quiero uno de esos— Señalo el vaso de la peliblanco— se ve bueno— Esbozo una sonrisa.
Himoki guardo un poco de silencio ante lo que comento el ojiblanco, lo había visto como un héroe pero ahora se percataba de que incluso los héroes tenían problemas, de los cuales no podían escapar.
— Estoy segura de que algún día lo harás buen Hazegawa, después de todo fuiste mi héroe el día de hoy, recuperaste mi bolso— Dijo sutilmente con las mejillas levemente sonrojadas la joven Himoki.
— Ni lo menciones, tuve mis dudas en ese momento…pero no sería propio hacerme con toda la gloria, fue la presencia de la señorita Sarutobi la que los ahuyento— Respondió sonriente, honesto como siempre.
— Lamentablemente, no viajo mucho…bueno, no he viajado a otro sitio que no sea kuroshiro— Dijo la joven Himoki soltando una risilla ladeando la cabeza. — ¡Aquí tengo a mi abuelito y a los pandas! — Exclamo con aquella alegría desbordante que traía consigo.
— Veo estas muy pegada a tu familia…— Dijo el Hyuga, mirándole un poco raro por tanta emoción al decir aquello. — Yo cuento los días para poder largarme de donde vivo, y ser libre…de cierta forma. — Dijo con cierta amargura en sus palabras.
— ¡Ehm…Vamos! No puede ser tan malo, de seguro tuviste algún problema con vuestra madre antes de salir, esas cosas pasan mucho…— Dijo la joven sonriente, aligerando las palabras del ojiblanco.
— Mi madre falleció dándome a luz, nunca pude conocerla como tal…— Bajo un poco la cabeza, aquello era una de las cosas que le amargaban la vida, odiaba aquel hecho y no soñaba con otra cosa que poder cambiar ese hecho, daría lo que fuera por hacerlo pero no eran más que los desvaríos de su corazón.
— Me criaron mis tíos desde entonces, aunque mi abuelo fue el que se hizo cargo de mí, murió cuando yo era más joven, y me dejo con los hermanos de mi madre. — Haze se echó hacia atrás en el puff, estirando los brazos hacia los lados tras dar un sorbo a su bebida acabándosela.
— Y es un fastidio tener que estudiar esos tomos milenarios familiares, algún día cuando reclame el liderazgo de mi clan, cambiare los métodos y todo será como mi abuelo quería. — Dijo mirando el techo, para incorporarse nuevamente hacia el frente mirando al par.
— Pero eso no es importante….Yo quiero uno de esos— Señalo el vaso de la peliblanco— se ve bueno— Esbozo una sonrisa.
Himoki guardo un poco de silencio ante lo que comento el ojiblanco, lo había visto como un héroe pero ahora se percataba de que incluso los héroes tenían problemas, de los cuales no podían escapar.
— Estoy segura de que algún día lo harás buen Hazegawa, después de todo fuiste mi héroe el día de hoy, recuperaste mi bolso— Dijo sutilmente con las mejillas levemente sonrojadas la joven Himoki.
— Ni lo menciones, tuve mis dudas en ese momento…pero no sería propio hacerme con toda la gloria, fue la presencia de la señorita Sarutobi la que los ahuyento— Respondió sonriente, honesto como siempre.