17/10/2016, 06:44
Ninguno de los compañeros de la kunoichi estaba en posición de aportar algo al asunto puesto que se habían pasado el rato durmiendo bastante cómodos en la mesa y luego en el piso como si nunca nada hubiese pasado. Incluso cuando uno de ellos estuvo por morir aunque si vamos al caso, ambos hubiesen terminado igual si no hubiesen arrastrado a Noemi allí adentro. ~Santo milagro. ~Pensó en absoluto silencio la fastidiada rubia.
—¿Y qué hacem...? —Dejó la pregunta a medias por el simple hecho de que el sacerdote se fue y no dio señales de escucharle.
Pero antes de que pudiera agregar algo, Karamaru se adelantó aunque se vio interrumpido por un bostezo que prolongó innecesariamente la bendita oración.
—Iré a buscar al viejo, ustedes... —¿Por qué iría a hacer una pausa ahora? Sencillo, Noemi miró a ambos shinobis que tenía por compañeros, los dos adormilados y para colmo se habían dejado seducir previamente además de que no tenían ni la más mínima idea de lo que había pasado entre Emiko y ella. —Alguno de ustedes váyase a buscar al viejo. —Concluyó bastante seria puesto que no estaba dispuesta a dejar a esa mujer sola con alguno de esos dos. ~Idiotas.
Sin nada más por hacer, la rubia simplemente se acercó a una de las sillas que estaba intacta y tomó asiento no sin antes acomodarla para no perder de vista a la homicida.
—¿Y qué hacem...? —Dejó la pregunta a medias por el simple hecho de que el sacerdote se fue y no dio señales de escucharle.
Pero antes de que pudiera agregar algo, Karamaru se adelantó aunque se vio interrumpido por un bostezo que prolongó innecesariamente la bendita oración.
—Iré a buscar al viejo, ustedes... —¿Por qué iría a hacer una pausa ahora? Sencillo, Noemi miró a ambos shinobis que tenía por compañeros, los dos adormilados y para colmo se habían dejado seducir previamente además de que no tenían ni la más mínima idea de lo que había pasado entre Emiko y ella. —Alguno de ustedes váyase a buscar al viejo. —Concluyó bastante seria puesto que no estaba dispuesta a dejar a esa mujer sola con alguno de esos dos. ~Idiotas.
Sin nada más por hacer, la rubia simplemente se acercó a una de las sillas que estaba intacta y tomó asiento no sin antes acomodarla para no perder de vista a la homicida.