20/10/2016, 17:25
Mizumi Eri era una ninja médico, era la persona idónea para entender mi punto de vista. Aunque se podría decir que mis aptitudes de combate no eran del todo malas aún así, necesitaba mucho entrenamiento para poder ejecutar técnicas verdaderamente impresionantes.
— Comprendo... La verdad es que a mí me pasa algo similar, supongo. —
No entendía mucho de su especialidad, pero si que recuerdo que escuché que los ninjas médicos tenían aptitudes de combate muy a tener en cuenta. Eso sí, no tenía ni idea de qué se podría tratar por que nunca había conocido a un ninja médico lo suficiente como para averiguar aquello.
-Hace tiempo escuché que los ninjas médicos no solo eran buenos sanando heridas, sino que también eran duros en combate. Dice interesado en el tema. Como dije antes, no tenía ni idea, pero podía imaginar que un ninja que perfectamente puede saberse de arriba a abajo todas las partes dell cuerpo humano debe saber pegar como mínimo donde más duele.
Más todavía si tiene acceso a tu historial médico...Ahí ya te revienta vamos...
Por otro lado parecía que a Eri le llamó atención la especial empatía que sentía por mi abuelo, la verdad que era una figura muy pero que muy importante para mí.
¡Es un tío grande mi abuelo!
— Debes querer mucho a tu abuelo para tener tal confianza como para decir esas cosas. — Dijo como un poco arrepentida, por lo menos es lo que me pareció, ya que se llevo las manos a la boca.
-Te cuento que si lo quiero. Pero es más como una relación de amor odio. Decía con tono nostálgico. Pero seguidamente, para romper el hielo. -Tendrá como tropecientos mil años, parece una pasa calva viviente, pero si lo mosqueas, te da unas hostias como panes ¡Jajaja! Reí con tan solo imaginarme la descripción que le facilité a Eri.
Verdaderamente me sentí fatal cuando me comentó Eri que no pudo conocer a sus padres, era muy duro tan solo pensarlo. Sobre todo que alguien como ella que se veía tan buena, tuviera que sufrir tanto, seguramente por un desgraciado mala persona. Por lo menos su vecina modista cocinaba a veces para ella. Algo que me hizo tener en buena estima a aquella persona que ni si quiera conocía ¿Podía ser eso posible?
-Me alegro mucho que tu vecina y tu os llevéis tan bien. Respondí sonriente y aliviado.
Era algo que no había previsto, pero jamás hubiera deseado que la conversación se tornara en algo tan triste. Pero claro era quizás inevitable que sucediera algo así. A fin de cuentas nos estábamos conociendo, aún así quería distraer su atención de aquellos pensamientos y me decidí por mostrarle otra invocación de tinta.
Seguro que la sorprende
— ¿Otro truco? ¡Claro que me encantaría! ¿Qué es? ¿Cómo el ratoncito tan mono que llevas en el hombro? —
-¡Whow! Dije impresionado ante tal demostración de perspicacia. -Eso es...eso es...Pero este es más complejo y más chulo...veras veras jijiji Da unos pasos atrás por si acaso jijiji Acompañé mis palabras con risas maliciosas.
Hice unos trazos rápidos en el papel, concentré chakra...-Ninpou, Chōjū Giga: Shishi
En el momento que retiré el pincel de papel, salió un león que conforme tocó el suelo creció y creció hasta convertirse en un pedazo de león de tinta de dos metros de envergadura. A pesar de tener un semblante abstracto, se veía imponente. Siempre procuraba que mis creaciones de tinta emularan los gestos y la apariencia de ejemplares de carne y hueso.
-¿Qué te parece? ¡Jaja! Dije orgulloso de mi creación.
— Comprendo... La verdad es que a mí me pasa algo similar, supongo. —
No entendía mucho de su especialidad, pero si que recuerdo que escuché que los ninjas médicos tenían aptitudes de combate muy a tener en cuenta. Eso sí, no tenía ni idea de qué se podría tratar por que nunca había conocido a un ninja médico lo suficiente como para averiguar aquello.
-Hace tiempo escuché que los ninjas médicos no solo eran buenos sanando heridas, sino que también eran duros en combate. Dice interesado en el tema. Como dije antes, no tenía ni idea, pero podía imaginar que un ninja que perfectamente puede saberse de arriba a abajo todas las partes dell cuerpo humano debe saber pegar como mínimo donde más duele.
Más todavía si tiene acceso a tu historial médico...Ahí ya te revienta vamos...
Por otro lado parecía que a Eri le llamó atención la especial empatía que sentía por mi abuelo, la verdad que era una figura muy pero que muy importante para mí.
¡Es un tío grande mi abuelo!
— Debes querer mucho a tu abuelo para tener tal confianza como para decir esas cosas. — Dijo como un poco arrepentida, por lo menos es lo que me pareció, ya que se llevo las manos a la boca.
-Te cuento que si lo quiero. Pero es más como una relación de amor odio. Decía con tono nostálgico. Pero seguidamente, para romper el hielo. -Tendrá como tropecientos mil años, parece una pasa calva viviente, pero si lo mosqueas, te da unas hostias como panes ¡Jajaja! Reí con tan solo imaginarme la descripción que le facilité a Eri.
Verdaderamente me sentí fatal cuando me comentó Eri que no pudo conocer a sus padres, era muy duro tan solo pensarlo. Sobre todo que alguien como ella que se veía tan buena, tuviera que sufrir tanto, seguramente por un desgraciado mala persona. Por lo menos su vecina modista cocinaba a veces para ella. Algo que me hizo tener en buena estima a aquella persona que ni si quiera conocía ¿Podía ser eso posible?
-Me alegro mucho que tu vecina y tu os llevéis tan bien. Respondí sonriente y aliviado.
Era algo que no había previsto, pero jamás hubiera deseado que la conversación se tornara en algo tan triste. Pero claro era quizás inevitable que sucediera algo así. A fin de cuentas nos estábamos conociendo, aún así quería distraer su atención de aquellos pensamientos y me decidí por mostrarle otra invocación de tinta.
Seguro que la sorprende
— ¿Otro truco? ¡Claro que me encantaría! ¿Qué es? ¿Cómo el ratoncito tan mono que llevas en el hombro? —
-¡Whow! Dije impresionado ante tal demostración de perspicacia. -Eso es...eso es...Pero este es más complejo y más chulo...veras veras jijiji Da unos pasos atrás por si acaso jijiji Acompañé mis palabras con risas maliciosas.
Hice unos trazos rápidos en el papel, concentré chakra...-Ninpou, Chōjū Giga: Shishi
En el momento que retiré el pincel de papel, salió un león que conforme tocó el suelo creció y creció hasta convertirse en un pedazo de león de tinta de dos metros de envergadura. A pesar de tener un semblante abstracto, se veía imponente. Siempre procuraba que mis creaciones de tinta emularan los gestos y la apariencia de ejemplares de carne y hueso.
-¿Qué te parece? ¡Jaja! Dije orgulloso de mi creación.